La jodienda

¿Cuando se jodió el Perú?, decía Zavalita en Conversación en la Catedral, la novela de Mario Vargas Llosa. ¿Cuándo se jodió el continente?, diríamos hoy, que vemos, perplejos, la enorme jodienda latinoamericana. Se jodió y no parece tener componte: políticos embarrados hasta el cuello por la corrupción; sobreprecios en obras con las que se llenaron los bolsillos empresarios sinvergüenzas; funcionarios que no tuvieron empacho en cobrar jugosas coimas por hacer obra pública y hacer fortunas para vivir, a costa de dineros del pueblo, como millonarios arribistas; dineros mal-habidos financiando campañas políticas; caudillos populistas que amasan fortunas y puestos que se vuelven herencia; fiscales, contralores y procuradores que se hacen los de la vista gorda; carteles que financian la política latinoamericana y que gobiernan y operan impunes; intocables latinoamericanos a quienes la justicia no alcanza. Economías destrozadas ocultas por la propaganda; libertades vulneradas ante el beneplácito de una masa que prefiere hacerse la de la vista gorda antes que exigir sus derechos y que se conforma con alguna dádiva; organizaciones indígenas y sindicales divididas por el poder del dinero, de mineras y petroleras.

Escándalos vergonzosos en Argentina; expresidentes buscados como delincuentes en Perú; México bañada en sangre y buscando aún a sus desaparecidos; Venezuela, destrozada moral y económicamente; financiamientos turbios en los últimos gobiernos del Brasil; Ecuador dividido en dos irreconciliables posturas, una supuesta fiesta democrática empañada por el odio y por la campaña sucia y endeudado hasta los tuétanos; Colombia, resentida y con dificultades para construir la paz. Gobernantes que no quieren soltar el poder porque le encontraron el gusto en Nicaragua, Venezuela, Cuba, Ecuador.

Odebrecht destapó una olla donde se cocinó la corrupción en 10 países latinoamericanos. Destapó las debilidades institucionales que permitieron actuar libremente a funcionarios corrompidos por la codicia.

¿Cuándo se jodió esa América Latina de las venas abiertas, que parecía renacer en esperanza de cambio luego de las luchas de sus pueblos? ¿Cuándo las voces de los pueblos indígenas, de las mujeres, de los obreros, de los estudiantes, fueron acalladas por los gobiernos? ¿Cuándo perdieron significado las palabras democracia, derechos, justicia, dignidad, libertad, igualdad?

¿Cuándo se jodió esa izquierda que se decía libertaria y que nos hizo soñar en un modelo solidario, en una mejor distribución de la riqueza? ¿Cuándo esa izquierda se metió al fondo, a la derecha? ¿Cuándo los líderes latinoamericanos se mimetizaron con los viejos caudillos de las dictaduras, que creímos derrotados, para cometer los mismos atropellos? ¿En qué momento nos quitaron la esperanza de un mundo mejor?

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