Arturo Moscoso Moreno

Juramento a la bandera

En días pasados tuve el honor de ser invitado a decir unas palabras durante la ceremonia de juramento a la bandera en el colegio de mis hijos. Me pareció un maravilloso momento para reflexionar sobre lo que ese acto significa. Comparto fragmentos de esa reflexión:

Todavía recuerdo mi juramento cuando me arrodille ante la bandera de nuestro país: “Bandera de mi patria, sagrado tricolor, prometo defenderte con mi vida y con mi honor”. Lo recuerdo porque me lo tomé muy en serio. Todavía lo hago, porque este país necesita la ayuda de todos sus ciudadanos para salir adelante, y ahí, es dónde entran ustedes, no solo quienes juran la bandera hoy, sino también sus compañeros.

Siempre escuchamos que “los jóvenes son el futuro del país”, frase que de tan repetida, parecería una mentira, pero que es profundamente cierta. Ustedes tienen la enorme, pero gratificante tarea, de hacer mejor a este país. Por eso su juramento de hoy y el compromiso que adquieren con él es tan importante.

Ecuador es maravilloso, con una riqueza natural y humana enorme, pero también es un país con desigualdad, pobreza, inequidad y violencia. Un país en donde un buen número de sus habitantes justifica la corrupción, en el que no confiamos en las instituciones ni entre nosotros y en el que hasta la policía, obligada a defendernos, se ve inmersa en hechos espantosos.

Su deber, adquirido mediante el juramento que van a prestar, es hacer que este país sea mejor, el ser ciudadanos de bien e instar a otros a seguirlos en ese camino. Un país en el que se elimine de una vez por todas el machismo, la violencia contra las mujeres, la discriminación o el bullying. Un país en el que en lugar de aplaudir a los corruptos y a los que violan la ley, se los sancione y persiga.

Parece una tarea titánica e imposible, pero si cada uno aplica las enseñanzas y valores que se les ha inculcado en este colegio, y estoy seguro de que en sus casas también, poco a poco a poco lo iremos logrando.

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