“La política siempre sentirá la tentación de usar la justicia como instrumento de poder, por eso se estableció en democracia la separación de poderes”.
La corrupción de la justicia es el peor mal que le puede amenazar a una sociedad, porque desaparece la posibilidad de denunciar no solo los abusos de otras personas sino, sobre todo, los abusos del poder. Los jueces que fueron utilizados por el gobierno de la llamada revolución ciudadana para castigar a sus enemigos, callar a la prensa y ocultar la corrupción, no han recibido el castigo que merecían. La sanción a los malos jueces es necesaria, no por venganza, sino para eliminar las manzanas podridas, evitar que otros jueces caigan en la corrupción y para garantizar la aplicación de las leyes.
La política siempre sentirá la tentación de usar la justicia como instrumento de poder, por eso se estableció en democracia la separación de poderes. El ideólogo de este principio democrático fundamental, Montesquieu, decía que no hay tiranía más cruel que la que se perpetúa bajo la protección de la ley y en nombre de la justicia. Hay casos escandalosos de jueces al servicio de la política.
El juez Aldo Moro condenó al expresidente Lula da Silva de Brasil por corrupción. Otros jueces encontraron que fue un dictamen político y el expresidente fue exonerado de culpa por un tribunal. El juez Moro nunca fue sancionado, pasó a la política y ahora es candidato presidencial.
Los jueces en Bolivia deben decidir si la caída de Evo Morales fue producto de un golpe de Estado o de un fraude para mantenerse en el poder; los políticos han dictado más fallos que los jueces y la diputada que asumió la presidencia para mantener vigente la democracia, lleva diez meses en la cárcel sin que la justicia diga si es culpable o inocente.
Una Corte Internacional de Justicia dictaminó que Emilio Palacio y los directivos de El Universo fueron acusados falsamente por el expresidente Correa, que el juez no actuó de acuerdo con la ley y que las víctimas deben ser reparadas. Es absurdo que el abuso de poder no sea sancionado y que el juez siga dictando fallos como si no existiera Consejo de la Judicatura.