Los buenos con los buenos, los siniestros amorales con los siniestros amorales, es una cosa natural de afinidades. Exacto, Russia Today (más conocido como RT) se está aliando con un ecuatoriano y ambos son tal para cual.
RT es uno de los medios más desacreditados a nivel mundial, al punto de caer en el ridículo. Internacionalmente se lo ve como el ejemplo máximo de periodismo vendido al servicio de intereses específicos. Una mascarada, un maquillaje de medio de comunicación, que escasamente esconde un polizón que con sus mensajes busca dividir la opinión pública a favor de la potencia. Una especie de caballo de Troya, pero en bobo, porque sus intentos de posicionarse como un medio serio y objetivo son patéticos.
Muestras espeluznantes sobran. En diciembre del 2017 un colectivo de europeos intelectuales, especialistas en seguridad internacional y en geopolítica, escribieron una carta publicada en Le Monde, solicitando a la autoridad de audiovisuales francesa que no conceda la licencia para la difusión del canal. “Russia Today está acusada hoy por las más altas autoridades en los Estados Unidos y Europa de sembrar la cizaña y de debilitar las democracias… le rogamos, en aras de la preservación de la paz civil, suspender la atribución de la licencia de difusión de Russia Today en territorio francés”.
La cadena es directamente y sin matices un apéndice del Kremlin de Putin. RT -que empezó a emitir en el 2005- tiene enormes pérdidas, y sin embargo el financiamiento del gobierno ha ido en aumento (claramente, los beneficios que se buscan con esa inversión no son monetarios). Sus directores y responsables están bajo la autoridad del dictador, y en numerosos casos con flagrantes conexiones con la KGB. Tan palmaria, tan evidente, tan patente es la situación de RT como un instrumento del gobierno ruso al servicio de su estrategia internacional, que se le obligó a registrarse en EE.UU. como un ‘agente extranjero’ (estatus para las personas o entidades que activamente defienden intereses de gobiernos extranjeros por fuera del canal institucional de las misiones diplomáticas).
Hace poco el reportero español Fernando Peinado se burló en El País de lo burdo de la operación de RT y del descaro con el que protege y promueve a gobiernos aliados como el de Venezuela. En ‘Diez cosas que aprendí viendo RT En Español durante una semana’, recordó que en Reino Unido RT tiene récord de sanciones por la Oficina de Comunicaciones por violar estándares periodísticos. “El canal del Kremlin concibe la información como un ‘arma’ y a la audiencia como su diana.”
Estoy seguro de que cualquier persona con un mínimo de integridad rechazaría inmiscuirse con medios de esa calaña. Rafael Correa no. Lógico, pues, como dice el proverbio popular, “Dios los cría y ellos se juntan”.