Jamil, aciertos y desaciertos
El cambio de actitud de la Interpol y la sentencia impuesta al expresidente de la República, Jamil Mahuad Witt, por supuesto peculado, han dado lugar para que detractores y panegiristas saquen a relucir sus desaciertos y aciertos políticos.
Se lo acusa de haber favorecido con el feriado bancario y el salvataje, con alto costo para el Estado y muchos ciudadanos, a banqueros que habrían financiado su campaña, en especial a Fernando Aspiazu, pero su abogado, Patricio Vivanco, y el ministro de Gobierno de entonces, Vladimiro Álvarez, entre otros, anotan que, más bien, en su administración se cerró el Banco del Progreso y se apresó a su gerente, Aspiazu Seminario, y que las medidas adoptadas fueron necesarias, para evitar consecuencias mayores, por la insostenible situación económica imperante, entre otras razones por el precio internacional del petróleo de seis dólares el barril, mientras ahora supera los 100 dólares.
Han transcurrido ocho años desde que el 6 de junio del 2006 la Segunda Sala de lo Penal dictó sobreseimiento provisional y archivó el juicio incoado contra Mahuad, pero el 13 de julio del 2007 el Presidente de la Corte Suprema dispuso la reapertura de la causa y hace nueve días la jueza Ximena Vintimilla lo sentenció, por peculado, a 12 años de reclusión, con yapa incluida, pues, según sostienen los indicados juristas, el Código de Procedimiento Penal vigente cuando se suscitó el supuesto delito contempla la sentencia máxima de ocho años.
Luego de que dictó la sentencia, la magistrada manifestó que “la condena no tendrá atenuantes por la enorme alarma social que ha causado el delito cometido por el encausado, cuyas consecuencias continúa padeciendo la sociedad ecuatoriana hasta la presente fecha…”, lo que dio lugar a que se cuestione su imparcialidad, ya puesta en duda por su agilidad al dictar su fallo tan sólo dos días después de que la Interpol, por presión del Ministro del Interior, cambió de criterio y emitió alerta roja contra Mahuad, no obstante que en el 2011 consideró que el juicio tenía carácter político.
El Presidente del Consejo de la Judicatura dijo que “esta condena forma parte de la eficiencia actual de la justicia”, pero el doctor Vivanco presentó siete cuestionamientos jurídicos a la actuación de la jueza.
Esta vez se ha puesto de manifiesto que cuando Jamil Mahuad fue alcalde de Quito, entre 1992 y 1998, se elevó a la capital al rango de Distrito Metropolitano, construyó el trolebús, etc., y que cuando desempeñó la Presidencia de la República, entre el 10 de agosto de 1988 y el 21 de enero del 2000, en que fue derrocado, constan entre sus logros la dolarización, la firma del acuerdo de paz con el vecino Perú, la creación de los bonos de la pobreza (actualmente de la dignidad) y de vivienda y, sobre todo, el respeto a la dignidad humana, a la libertad y a la independencia de las Funciones del Estado.