Pretendo modestamente interpretar, una pequeña parte del profundo pensamiento del premio nobel de economía Hayek y del pensador F. Bastiat. Prudentemente indico que, mi razonamiento político económico, busca una sociedad justa y libre, en la que existan más oportunidades para todos, menos pobres y más riqueza. Cuando un sector social y/o político, demanda – de buena fe o no – el establecimiento de una norma (ley, decreto, etc.) a fin de proteger sus “derechos”, lo que suele ocurrir por los efectos colaterales, es que concomitantemente se generaría un perjuicio a otro (s) sector (es). Es decir, queda bien con unos el líder del movimiento y/o el político que apoya, pero generando un “perjuicio” a otro (s) sector (es) no menos importante (s), dándose un ambiente de incertidumbre en la sociedad. Ejemplo: Se sube el IVA al 15%, a fin de con esos recursos pagar los sueldos de un sector de la burocracia, es decir por favorecer a unos, se afecta a una gran parte de la sociedad, con el encarecimiento de los costos de los bienes y servicios. Veamos otro caso hipotético para entender mejor: el Presidente de un país resuelve subir el salario básico a USD 900 mensuales, cuando el salario de mercado es USD 420. ¿Qué pasaría entonces? pues los trabajadores a los que se quiere ayudar, se verían afectados por el desempleo, ya que los empleadores deberán o bien reducir personal, o cerrar sus puertas, o subir los precios forzosamente, con el grave riesgo que la demanda de mercado no pueda asumir el nuevo precio, dado no por el incremento de la calidad sino por el alza del costo de la mano de obra. Este es un buen ejemplo, de lo poco beneficioso para la sociedad en su conjunto, que son las normas concesionarias de derechos convertidos en privilegios; fenómeno similar en esencia, al pretendido mantenimiento de los subsidios a los combustibles, auspiciado por el inmediatista sentir de la Conaie; consecuentemente sería un error ceder por las presiones amenazantes, con mayor motivo cuando vemos que el sinceramiento de los precios, no ha tenido efectos inflacionarios, y que tiene mucho sentido en un Estado sin recursos. Se debe tener claro que generar privilegios, per se es injusto, y es más aúnya que alguien debe pagarlos ya sea en dinero, o con la restricción, disminución o deterioro de otros derechos, etc. Donde la expoliación apoyada por el Estado, es más fácil que el trabajo y la productividad, infortunadamente la primera prevalecería, generando retroceso social, injusticia y afectación, incluidos a la final del día a los supuestos defendidos privilegiados.
Un país competente se debe caracterizar por su buen nivel educativo, por no tener privilegios, igualdad de oportunidades dentro de lo posible, igualdad ante la ley, y defensa de la libertad como bien supremo. ¿Entonces, preguntémonos, si el dirigente Leonidas Iza pretende mantener subsidios o realmente privilegios…?