Israel - Palestina y el Papa

El espinoso camino de la paz empieza con pasos pequeños pero firmes y decidores. El mensaje de la cita de los presidentes de Israel y de Palestina en la Santa Sede tiene muy buenos auspicios.

Después de pocos días de la visita del Pontífice romano a Tierra Santa y su amable pedido a los dirigentes políticos de los pueblos de Israel y Palestina para transitar por el camino del diálogo y el entendimiento, la señal siguiente no deja de ser alentadora para los hombres de buena voluntad de todo el planeta.

El papa Francisco recibió el domingo en Roma a Simón Peres y Mahmud Abbas, quienes dialogaron al calor de su palabra diáfana y estimulados por una imagen que alcanza respeto, no solo en el mundo católico sino entre mandatarios de distintas culturas, religiones y visiones políticas encontradas del orbe.

Israel y Palestina mantienen una vieja disputa. Con el establecimiento del Estado de Israel en 1948, los límites de ambos Estados no se terminaron de fijar y ello ha causado tensiones, malestar y muchas muertes inocentes.

Israelíes y palestinos merecen un espacio para formar familias, crecer y desarrollarse, fomentar sus propias culturas y entender las razones y creencias de los otros. El espacio físico que comparten ancestralmente es pequeño pero una voluntad superior de vivir en paz puede lograr una convivencia pacífica, tras largos años de desencuentros y muerte.

La voz y la autoridad moral del Papa son una luz hacia la construcción de un diálogo de paz que el planeta saluda.