Alfredo Astorga

Irresponsables

Llegó el 5. Elecciones para todos los gustos. Proceso enmarañado: seccionales, consejeros, consulta. Incertidumbre como sello, rechazo a la clase política como actitud. Este día marcará algunas rutas del futuro.

La elección de Alcalde de Quito es reveladora. Expresa lo que sucede en el país. Exhibe una democracia pobre, chueca, falsete. Un nuevo escenario para la demagogia insolente, el populismo manipulador, el caudillismo ranflero. Por ello mismo, hay que participar.

12 candidatos en Quito. Como si hubieran 12 versiones de ciudad, 12 visiones ideológicas diversas. Más de la mitad compiten sabiéndose perdedores. No alcanzarán 5 %. Lo saben. Conocen también que su presencia despedazará la votación. Con el riesgo que un siniestro personaje tome la ciudad. Con baja legitimidad. Con oposición sorda pero impotente.

Irresponsabilidad mayúscula. Inexplicable apetito por una institución en quiebra y escaso margen de gobernabilidad. Afán de figurar, de egos inflados, de error de cálculo elemental. Se prestan para la mascarada: regalan, ladran, divierten, invierten, enervan. Perfiles políticos y sicológicos extraños. El desbarajuste de la ciudad no cuenta. Los llamados a la unidad fueron múltiples y oportunos.

En Quito, según algunas encuestas, se advierten dos peligros… Yunda y su combo. Pabel y su correísmo frenético. El primero experto para el engaño y la inoperancia. El segundo para polarizar, sacralizar el populismo, desquiciar al gobierno y preparar el retorno impune. Quito en indefensión… Iza sonríe a sus dos aliados.

Necesidad de voto consciente, cauteloso, por opciones limpias y sin odios. Impulso incansable -suena a quimera- de reformas a los partidos, a la campaña electoral, al rol del CNE. Ojalá se pudiera, con aporte académico, calificar a las encuestadoras (apenas dos resaltan por su seriedad) que desorientan interesadamente… No olvidar: la irresponsabilidad es compartida; los votantes no somos inocentes… Y nada será suficiente hasta que una nueva educación renazca.