En uno de los peores momentos de la historia del país, por el impacto del covid-19, la pandemia de la corrupción y la profunda crisis económica, los ciudadanos tendrán que asumir una gran responsabilidad en las próximas elecciones presidenciales y legislativas porque se pone en juego el presente y el futuro nacional.
Queda una disyuntiva: o se asume un voto informado y responsable o se contribuye al hundimiento de la nación con las mismas tendencias de populistas y demagogos, que le tienen sumido en la crisis y que han permitido abusos, robos y hasta establecieron una organización delincuencial desde la Presidencia de la República, según la sentencia del Tribunal Penal de la Corte Nacional contra el prófugo en Bélgica y 19 más ex altos funcionarios y empresarios. Sin embargo, la justicia debe mucho aún por los altos niveles de impunidad.
Como bien dijera el ex presidente Osvaldo Hurtado, esta es una elección crucial. No es una elección cualquiera. No se va a escoger como en el pasado entre Roldós y Durán Ballén; Febres Cordero y Borja; Abdalá Bucaram y Borja; Durán Ballén y Nebot. Se va a escoger entre la democracia y la dictadura, la corrupción y la honestidad, la violencia y la paz, las libertades y el totalitarismo. Entre persecución y odio y el respeto.
Ojalá en esta ocasión termine la irresponsabilidad ciudadana, que no reflexiona ni se informa antes. Vota atrapada por el engaño y la mentira y luego se queja por la crisis y pobreza cuando los que llegaron al poder, con un discurso revolucionario, se sirvieron de los pobres para festinar y dilapidar los recursos del Estado y solo ellos dejaron de ser pobres y pasaron a mejor vida. Muchos de quienes se quejan de la actual situación, derivada de diez años nefastos del correísmo, votaron por ellos mismo. Eligieron a los legisladores, a los que no les han pedido cuentas, y hoy se quejan por sus incapacidades y en algunos casos por sus supuestas o reales discapacidades.
Inducidos en las redes sociales, muchos caen en el juego del engaño cuando reenvían falacias que miles de troles inundan. No analizan con responsabilidad que hace poco Facebook anunció el descubrimiento y la eliminación de cuentas y páginas de esa plataforma, creadas también en twitter e instagram, vinculadas al correísmo y ex empleados de ese régimen, que ocultaban identidades y difundían mentiras. Habían pagado más de un millón de dólares.
Es la hora de asumir el compromiso de elegir bien, sin caer en el cuento de los demagogos, que han sabido comunicar bien sus mentiras y con ello han mantenido obnubilado, hasta hoy, al menos a una parte de la población, al punto que critican a este Gobierno, cuando fueron ellos los que patrocinaron y lo promocionaron y como no les taparon tanta corrupción se volvieron opositores y desestabilizadores.