No permitamos que la crisis política desvíe la atención a los objetivos superiores del país, especialmente desde la Sierra ecuatoriana. La producción de bienes y servicios de esta región no puede detenerse y se deben crear empresas en base a recursos productivos y al conocimiento tecnológico, como lo hacen los floricultores. La empresa privada no debe esperar que la inoperancia del gobierno se revierta ni que los asambleístas oscurezcan el porvenir nacional, ni que gane o pierda la consulta ni que puedan o no focalizar el subsidio a los combustibles. (Italia prescindió de sus desgobiernos y logró desarrollar su economía en el siglo pasado).
El país seguirá viviendo y la gente esperando o emigrando, por lo que, sobre las bases actuales y en las condiciones vigentes, los capitalistas deben asumir el riesgo como lo han hecho los grupos productivos de la Costa que han exportado a pesar de todo. Me refiero a los camaroneros, atuneros, bananeros, que durante la pandemia salieron adelante. Además el sector financiero que está sólido puede dar crédito para buenos proyectos en el campo agropecuario de exportación o para nuevos emprendimientos eficientes.
El país debe poner en valor los metales preciosos mediante inversiones privadas responsables, controladas y que sean rentables para el Estado, para no exponer al sector a la minería pirata que daña – sin remedio – al medio ambiente. De otro lado, los constructores de carreteras importantes no deben esperar más para trabajar mediante contratos de inversión total a pagarse con el usufructo de los peajes durante décadas, mientras que el Estado haga las vías pequeñas que no le interesa al inversor privado.
La Asamblea no va a aumentar los beneficios tributarios que ya existen para promover las inversiones y los indígenas no van a ceder en una focalización de los subsidios que les privilegie, ni se aprobarán acuerdos comerciales que afecten a la incipiente industria. Pero el Ecuador debe seguir creciendo en los mercados que hemos penetrado como China, Europa, Estados Unidos y los países vecinos.