Antes –¿también ahora?- las paredes de los servicios higiénicos públicos solían ostentar un triste récord de expresiones insultantes escritas en ellas: su ámbito coprológico se multiplicaba para ‘goce’ del insolente que las leía… Hoy, como las redes reemplazan a esas paredes hediondas de torpeza, no asombra que en ellas quepan la descalificación, el insulto, la grosería, la vulgaridad: especie de pizarra pública infinita, ofrece un ilusorio anonimato a la voz de insultadores y mandantes alejados de toda opinión inteligente. La posibilidad del insulto lanzado al azar urge a sus subconscientes a vomitar indigeribles cargas de insolencia, sexo, violencia y estupidez acumuladas, a fuerza de vacío intelectual. Pero, felizmente, contra las nauseabundas diatribas e invectivas sabatinas, el Ecuador preserva y exalta las palabras que mostraron el talante del presidente Moreno y merecieron enorme cantidad de reenvíos: “El diálogo continúa. Seguimos empeñados en reconciliar al país. Para el odio, no cuenten conmigo”. Para odiar y dividir, no contamos con él.
Me hago eco y resumo las palabras de María Paula Romo en 4pelagatos, (cuya información inteligente sostuvo nuestra esperanza en años horribles). Titula así su artículo: “Calladitos están cambiando la Corte”. El vergonzante Consejo de la Judicatura pretende elegir, entre gallos y medianoche, a 9 de entre los jueces de la corte que ‘serían los responsables de juzgar a los funcionarios con fuero, ya procesados, y a los que se seguirán sumando a la lista”…
Mucho en juego, opina MP. Romo; el concurso, a punto de entrar en sus últimas fases, se lleva con perfil bajo, discreto, tan opaco, que el 1 de septiembre se publicó la lista de los 268 postulantes a la segunda etapa, elegidos de entre 600. Tan poco vigilado, que el C. de la J., terminado el plazo para presentar candidatos, solicitó la conformación de veedurías: “Por cierto, parte de los correos filtrados en los últimos días muestran las listas de postulantes y las “observaciones” hechas por funcionarios del Consejo y del Ejecutivo sobre cada candidato del 2014. Análisis sin razón, en un proceso transparente de ‘méritos y oposición’. Tampoco es lógica la coincidencia entre las observaciones y los resultados. No tiene explicación que estas listas hayan sido comentadas por funcionarios del Ejecutivo”.
¿Seguirán los judicaturos y el rebaño asambleario con su carnero mayor, dispuestos a impedir, ocultar y frenar debates, juicios, penas merecidas por sus coidearios?
El señor Barrera, actual consejero presidencial, se expresa sobre la indispensable consulta popular que los buenos ecuatorianos piden: “La historia evoluciona: en estos momentos somos absolutamente claros de que la agenda debe ser ética, de profundización en lo social”…
Sí: ‘en estos momentos’, porque hasta hace tres meses y días, no existía ni el amago de esa convicción. ¿Ética?, la que se ‘ejemplarizaba’ desde bien arriba, ¿la recuerda?; pero, magister dixit.