Inseguridad por el irresponsable

Desde hace tanto tiempo se advirtió al gobernante de los diez años anteriores que no manejara en forma irresponsable el tema de la seguridad y defensa por las amenazas latentes en la frontera norte, no eliminadas con la firma del acuerdo de paz en Colombia. Empero, en esto también impuso sus caprichos, impulsó la desinstitucionalización de FF.AA. y hoy tenemos los resultados de la profundización de la inseguridad, la violencia, los secuestros y los atentados. ¡Qué triste y doloroso por las amenazas y esto obliga a todos a trabajar por la unidad nacional y la paz!

Lo que hizo el correísmo fue condenable, que hoy pasa factura a las familias ecuatorianas. El ex presidente fue permisivo con la presencia de grupos armados en la frontera y por ello se produjo el ataque de las FF.AA. de Colombia en Angostura, marzo del 2008, lo cual rechazamos. Jamás se podía justificar esa acción militar, que terminó con la vida del segundo jefe de las FARC que tranquilamente descansaba en nuestro territorio, pero explicaba cómo el régimen permitía la presencia de los irregulares.

El informe del caso Angostura, diciembre 2009 y que contiene 131 páginas, que realizara la comisión que nombrara el mismo autoritario (decreto 1646), en sus conclusiones ya advirtió que el Ecuador había dejado de ser un país solo de tránsito para empezar a ser un lugar de procesamiento de droga y entre las recomendaciones sugirió que la libre movilidad de personas en el país debía ser regulada por razones de seguridad nacional. Nada de eso hizo caso. Luego, el coordinador de la comisión advierte que si antes no se desató la violencia en la frontera fue porque en el anterior gobierno hubo complicidades con el narcotráfico.

Hoy que el Ecuador sufre por el secuestro de tres miembros de EL COMERCIO, los cuatro militares fallecidos y la serie de atentados que se repiten en nuestro territorio, no se puede olvidar que el ex gobernante intentó destruir a FF.AA., despojó la inteligencia militar, tan necesaria para sus tareas, y mediante la Ley de Seguridad (2009) dispuso que sea un civil amigo quien dirigiera la Senain.

Prohibido olvidar que en la Esmil en el 2014 el depredador anunció la reducción periódica de 7 500 militares, la disminución en el ingreso a las escuelas de formación militar de un 50% cada año, la aplicación de las cuotas de eliminación del 15% y la reducción de la preparación de conscriptos. El argumento: no se necesitaban más de 40 mil efectivos.

El populista, con ocasión de la firma del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las FARC en el 2016, en forma irresponsable anunció que con este hecho se podía reducir un 80 % de personal militar y recursos para el control en la frontera norte. Allí están los resultados. Cuánto daño y demagogia quedan para el registro histórico.

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