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1. ¿Qué opina de la cifra de crecimiento y su relación con el crecimiento vegetativo de la población. Será posible en este tiempo que resta del Gobierno obtener mejores resultados?
La etapa actual no permite tener aspiraciones de progreso en los resultados sociales. El crecimiento, si existe, es tan débil que no es capaz de ofrecer logros que ofrezcan mejoras en estos indicadores.
La gran labor de la política económica es diseñar un conjunto de medidas cuyo objetivo sea minimizar los daños; no eliminarlos, pues eso es una quimera. Simplemente, no es posible. De esta forma, sin engañarnos se debe asumir este costo socio-económico. No hay forma de escapar a las sanciones que trae consigo el enorme dispendio que vino acompañado de una montaña de corrupción; y, ahora para infortunio de todos, es al país al que le toca pagar.
¡El resultado y la carga contributiva a todos los ecuatorianos luce injusta! Así es. Por eso es que la demanda nacional de sancionar ejemplarmente a todos esos compinches del asalto a las cuentas nacionales (más allá de la obligación ética que es incuestionable), no puede tener tregua. Ahora, las instituciones de justicia, empezando por la fiscalía, sobre la cual existen serias presunciones sobre los manejos inescrupulosos de las denuncias presentadas, tienen que ser sometidas a procesos que les obliguen transparentar todos los procedimientos que se llevaron a cabo desde hace algunos años, cuando ya existían evidencias de estos actos oscuros entre funcionarios públicos y contratistas privados.
Aquí cabe, dejando de lado criterios patrioteros de falsa defensa de la soberanía nacional, la participación activa de Naciones Unidas en el juzgamiento de estos repudiables actos dolosos.
2. ¿Qué gestiones debe emprender el Régimen ante la comunidad internacional y el Fondo Monetario para buscar reuniones y posibles acuerdos?
Presentar su propuesta de Programa Económico, con las metas definidas para resolver los desequilibrios de diverso orden que actualmente tienen maniatada a toda la colectividad, para conseguir su apoyo y el compromiso de acompañar el plan de ejecución con aportes de financiamiento que ofrezcan la recuperación de la tan necesaria confianza interna e internacional, que hagan posible conseguirla.
Debe ser un compromiso multianual que le ofrezca tiempo al país para tomar todas las decisiones, unas de política pública y otras resultante de esa recuperación buscada por parte de los agentes privados.
3. ¿Cómo establecer una compensación justa para el transporte por el alza de los combustibles sin afectar a los usuarios?
Si el gobierno mantiene una política general de precios, sin distinción alguna para los combustibles, tiene a su disposición un sin número de mecanismos tecnológicos para ofrecer esa compensación al transporte público. Desde la fijación de un cupo de consumo mensual de combustibles, que puede ser controlado automáticamente con chips electrónicos en todas las bombas de expendio, hasta la entrega de un valor fijo en función del tipo de transporte.
De esta forma el sistema de precios deja de ser fijo y juega de acuerdo a las condiciones de costo del mercado internacional. En ese sentido, el haber dispuesto la flotación del precio del diesel y la gasolina súper, es un avance valioso hacia la desmitificación de los controles de precios. Eso ya se ve en los pocos días de aplicación del nuevo sistema. Los precios pueden subir o bajar según las circunstancias de oferta y demanda.
Aún más, si alguien se siente que puede conseguir mejores condiciones de precio en los mercados internacionales, la política económica debería permitirle importar el combustible, sin ningún tipo de arancel o recargo alguno. Obviamente, si desea usar la infraestructura pública, deberá pagar por ello.
4. Los trabajadores consideran paupérrima el alza salarial, los empresarios la consideran inconveniente, su opinión por favor.
Esa siempre ha sido la forma de ver de las organizaciones laborales cuando se debate el aumento salarial. Nunca están satisfechas. Obviamente, se entiende su posición; pero lo que nadie comprende es el abandono (que además termina ocasionando un daño evidente por su exclusión del sistema formal) al que deliberadamente someten a toda ese enorme y mayoritario número de trabajadores que no están cubiertos por esta decisión.
El aumento salarial sigue siendo un instrumento de precarización del mercado del trabajo. Son ya varias décadas que con su aplicación no sólo que no mejora la estructura de este mercado, sino que incluso luego de 10 años de política de derroche fiscal, se ha deteriorado su estructura. Por ahí no le entra el agua al coco. Hay que sustituir el chip político para conseguir un gran cambio social en lo que la seudo izquierda ha fracasado.
5. ¿Es posible recuperar el dinero de la corrupción, si, no, en que medida?
No va a ser fácil, pues estos ladrones (públicos y privados, pues los hay de las dos orillas) sabían que hay sabuesos tecnológicos que los pueden rastrear y, por ello han utilizado cien mil maniobras financieras para borrar las pistas de su ubicación. Sin embargo, siempre el ladrón deja rastros. Se delata y por ahí es posible atraparlos. Tiempo , decisión y perseverancia darán resultados.
Por fortuna hay una amplia cooperación internacional, aunque todavía existen países, que sin ser “paraísos fiscales”, son “paraísos políticos”, que permiten esconder esos dineros mal habidos: pero el cerco es muy fuerte y algún rato caerán. Lo bueno es que el mundo sabe cuales son.