Este sábado serán 78 años del nacimiento -y el pasado lunes 32 años de la muerte- del escritor francés Georges Perec. Un genuino explorador artístico; no se trata meramente de una creatividad agraciada, sus numerosas innovaciones buscaban lo impensable, lo desquiciado, romper frontalmente con los límites literarios.
Perec logró en literatura lo que Marcel Duchamp en las artes plásticas. No es una coincidencia que ambos hayan sido parte del grupo Oulipo. Un pintoresco clan artístico que todavía hace apariciones regulares en París, cuyos miembros son elegidos por unanimidad -bajo la condición de que el candidato jamás haya pedido la membresía (se puede rechazar la invitación, pero el rechazo es uno y definitivo)- y cuya única forma de salir es suicidándose -por motivo de salir del grupo- frente a un notario; los miembros siguen siendo oulipianos tras su muerte, pero estén escusados de asistir las reuniones.
Según André Breton, Duchamp fue el “hombre más inteligente del siglo”. Fue él quien comenzó el dadaísmo al exponer un urinario en un festival bajo el título de “La Fuente”, o inventó los “ready-made” que son objetos cotidianos que el artista expone solo cambiándoles el nombre o con mínimas modificaciones.
¿Cómo se podría realizar innovaciones análogas a las de Duchamp en el campo de la literatura? Es difícil imaginar, pero Perec era un genio. Escribió una novela entera, alrededor de 300 páginas, sin la vocal e (que en francés es la letra más frecuente). “La Disparition” no es solo un lipograma largísimo, la ausencia de le letra e es también el núcleo de la novela. Los personajes se van dando cuenta que hay un sonido, un símbolo, una experiencia estética que les falta en su mundo, muchos caen muertos en el intento de descifrar esa idea “E”.
Pocos escritores tienen una fama mundial tan pequeña en relación a su genio, pero el caso de Perec es entendible. Mientras que las artes plásticas hablan el idioma universal de las imágenes o presencias, la literatura tiene la barrera del lenguaje. Un poema no es el mismo al ser traducido… y la traducción de “La Disparition” es, por decir lo menos, surrealista. Afortunadamente hay locos en cada idioma, y un equipo de la editorial Anagrama ha traducido la obra al español -‘El secuestro’- sin la letra a, la más frecuente en nuestro idioma.
En “Intento de agotar un lugar parisino” Perec se sentó en la plaza Saint Sulpice a ver y tomar nota de la vida del lugar, el movimiento de la gente, el paso del día, las palomas, los olores. Se trata de un ejercicio casi científico de búsqueda de placer literario -léase artístico- en la vida mundana y cotidiana, ¿pueden ver el paralelismo entre esta obra y los “ready-made” de Duchamp?