Expresiones diferentes entre sí, pronunciadas por altos personajes de la política, han tenido resonancia internacional en estos días, con diverso efecto.
En el caso de mayor impacto, la casta militar de Corea del Norte, que cuenta con uno de los ejércitos más numerosos del mundo y tiene como líder a un joven e inmaduro heredero del trono comunista, Kim Jong un, a quien llaman “genio de genios”, amenaza en forma reiterada “atacar sin piedad y aplastar” con su incipiente fuerza nuclear a su hermano y vecino Corea del Sur, a Japón y a la mayor potencia del planeta, Estados Unidos, sin medir las catastróficas consecuencias que puede acarrear a su país y a la humanidad.
Un aforismo anota que los bravucones que hacen alarde de poderío y belicosidad, por lo general no pasan de las amenazas, y ese ha sido el inveterado comportamiento de Pyongyang. Sin embargo, hay el peligro de que un disparo casual o cualquier incidente sea el detonante de una conflagración de incalculable magnitud. Menos mal que China, aliado de Norcorea, así como Rusia, Estados Unidos y la comunidad mundial, con excepción de pocos gobernantes, han actuado con cautela, en espera de que baje el tono de esa retórica belicista.
Otro caso, menos terrorífico, más bien risible, que ha provocado comentarios satíricos y burlas, es el protagonizado por el pintoresco presidente interino y candidato venezolano Nicolás Maduro, quien relató que cuando oraba en una capilla de Sabaneta, ciudad natal de Hugo Chávez, revoloteó un “pajarito chiquitico” y silbó una melodía y que él tuvo la percepción de que era un mensaje y una bendición de su mentor y “santo” de su devoción, por lo que le respondió con otro silbido, igualmente armonioso, pero que el pajarito chiquitico voló, voló y voló, cual la calandria de la canción y él quedó muy conmovido, en espera del resultado de los comicios en los que terciará mañana.
Mientras tanto, el Presidente uruguayo no se ha dado cuenta que un micrófono estaba abierto y ha comentado: “Esta vieja es peor que el tuerto; él era más político; ésta es terca”, en referencia a la Mandataria argentina y a su difunto esposo, y con este motivo se ha recordado otra frase suya reciente: “El tuerto era bastante baboso, difícil, Dios lo tenga en la gloria”. Se ha señalado que en el lenguaje coloquial uruguayo baboso significa soberbio. De inmediato reaccionó la Cancillería y calificó de “comentarios inaceptables, denigrantes, que han causado profundo malestar”, ante lo cual el campechano presidente Don Pepe Mujica dijo en principio que no daría explicaciones, muy a su pesar de inmediato consignó sus “sentidas disculpas”, pero doña Cristina sigue muy resentida. Sin embargo, ocho de cada 10 uruguayos, según una encuesta, están de acuerdo con sus expresiones.