La injusta ‘justicia social’

Se ha formado la idea de la Justicia Social basada en la redistribución de la riqueza, como un acto ‘justo’ y reivindicativo de derechos; pero si vemos con profundidad y a la luz de los resultados, la conclusión sería otra.

Que exista una norma legal, no significa necesariamente que su contenido sea bueno, así, recordemos la ley de plusvalía o del impuesto verde, en buena hora ya derogadas.

¿ O supongamos que a alguien se le ocurre subir el impuesto a la herencia al 85%, eso sería justo para las familias?

La redistribución de la riqueza parte de una visión de escasez, quizás de oculta envidia y frustración, ya que se centra en quitar al uno (al rico, lo sea o no) para dar al otro (al pobre, lo sea y/o merezca o no), contribuyendo a enfermar a la sociedad ya que desestimula el esfuerzo individual, santificando al pobre como víctima y al rico como victimario, dándose divisionismo. Lo inteligente es unir para multiplicar, y no dividir para restar; siendo así, no debemos ser ni víctimas ni victimarios, sino héroes en las distintas circunstancias.

La redistribución alimenta al “parásito” humano, ya que estimula que un grupo reciba sin trabajar, sin merecerlo y a costa de un tercero; fomentando el paternalismo estatal, en el cual a cambio de votos, se acostumbra a la gente a exigir sus derechos “gratuitos”, para que esa supuesta gratuidad la termine pagando la ciudadanía y/o los sectores productivos; pero llevándose los aplausos los políticos, mientras van generando un pueblo inactivo y exigente, y un país débil e incompetente.
La redistribución adicionalmente es un atentado, por no decir un asalto, a la propiedad privada del ciudadano de bien, que con esfuerzo logra formar su patrimonio.

¿ Para entender esto, si una persona que lee este artículo tiene 150 000, es rica económicamente? Depende, si la comparamos con quien tiene 1’ 500 000, no lo sería; pero si la comparamos con el que dispone de 15000, sí lo es; entonces es justo arrebatarle al de 150 000 el 30% , para entregarlo entre los que tienen sólo 15 000?; y por qué no quitarle a los que tienen 15 000 un porcentaje para darles a los que apenas tienen 1 500?

Esas ideas hacen que los sectores pudientes partan hacia países seguros; y a la final injustamente quien más pierde son los pobres, víctimas de los victimarios políticos populistas, ya que para entonces ni siquiera hay empleo, como en los casos de Cuba y Venezuela, defensores de la redistribución con su injusto efecto de la multiplicación de la pobreza.

Lo que sí es justo, es respetar el esfuerzo legítimo e individual del ciudadano, velando por una sociedad en lo posible sin privilegios y con igualdad de oportunidades. La riqueza se la crea (más oro ha salido de la mente humana en libertad, que de las minas más ricas) y no se la roba al hombre trabajador; ya que la verdadera justicia social es dar a cada quien lo que le corresponde, en función de su esfuerzo.

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