Una noticia en el diario digital El Ciudadano me deja con la boca abierta. En ella se aplaude los acuerdos del gobierno con los huaorani (cosa que me parece muy bien) pero se dice que los huaorani y los kichwas han montado una compañía petrolera indígena para operar, si el Gobierno les deja, el bloque 31.
Me froto los ojos para verificar que no estoy mal de la vista y sigo leyendo: uno de los representantes de esa compañía es un dirigente en cuya hoja de vida hay alguna página magistral: su participación en la ‘remediación’ que hizo la empresa Corposega, financiada por la Texaco en el 96, a nombre de la Fcunae.
El jugoso negocio fue un escándalo mayúsculo: supuestos comuneros solicitando obras, los diputados recogiendo esas demandas y trasladándolas a la Texaco o al entonces ministro Adum; Corposega apareciendo como la respuesta a esas demandas; diputados tramitadores comprando vehículos con los fondos entregados por dicha empresa’ Por supuesto, a los kichwas no les quedó, de eso, nada.
Sabemos lo que pasó con esa costosísima remediación. No estaría mal hacer memoria. Tampoco estaría mal hacer memoria de la compañía petrolera y gasífera indígena que, hace unos años, reunió plata de todos los comuneros de la ribera del Napo ¿adivinen qué pasó?
Acabo de leer y me pregunto ¿qué dicen ahora los que apostaban el todo a que los indígenas son ecologistas puros y que no quieren saber nada del petróleo en sus territorios?’ También me pregunto ¿qué dicen quienes sentaron a los huaorani a ofrecerles participación directa en la iniciativa ITT y que ahora asoman pidiendo a gritos tener compañía petrolera propia? Y por último, me pregunto ¿cómo es eso de que el Gobierno, por un lado, da palmaditas en la espalda a quienes tenazmente llevan 15 años en el juicio a la Texaco y, a la vez, negocian con gentes que aprovechan toda ocasión para sus negociados y que avalaron esa limpieza tan sucia hecha en el 96?
En la misma noticia confunden reforestar con tumbar hectáreas de selva para producir teca… ¡que no es lo mismo! Sigo con la boca abierta. ¿Será verdad esa noticia o serán gazapos de los que no están exentos los periodistas y editores de la prensa oficial?
No sé si algunos funcionarios del Gobierno son ingenuos o viven en una realidad paralela en donde el deber ser se confunde con el ser. ¿Por qué dan legitimidad a gentes tan cuestionadas? ¿Será que desconocen la historia? ¿o será intencional?
En todo caso van aclarándose algunas cosas: la distancia entre Conaie y los dirigentes huaorani, las distancias entre bases y dirigencias, la sistemática persistencia de los distintos gobiernos de dividir a los indígenas, y, sobre todo, el camino que se va despejando para la explotación del ITT, quitando algunos obstáculos del sendero de la explotación petrolera.