El pueblo ha perdido todo interés en la política, deja hacer y solo desea con avidez dos cosas: pan y entretenimiento. La frase tiene más de dos mil años, es de Juvenal y describía al pueblo romano que toleraba todo a sus líderes con tal que les den “panem et circenses”.
Sin embargo, también parece una frase de la actualidad ecuatoriana porque la economía se reduce a gasto público y endeudamiento; no hay trabajo, no hay confianza, la gente no se interesa en la política y, aunque no pide, se le da entretenimiento. A medida que se reduce el pan se incrementa el entretenimiento.
Todos los días hay algún hecho espeluznante, alguna declaración pintoresca, alguna decisión incomprensible.
Será entretenido el debate sobre el matrimonio igualitario. La Corte Constitucional ha llamado la atención y ha desviado momentáneamente la mirada de la crisis carcelaria. Es cierto que ya no estamos en la edad media y que hoy ya nadie se escandaliza de que cualquiera se case con cualquiera. Los que antes se casaban ya no quieren casarse y los que antes no se casaban ahora luchan por el derecho a casarse.
Los magistrados de la Corte Constitucional pueden ser muy liberales y muy concesivos, pueden ser lo que quieran; lo que no pueden es cambiar la Constitución. Su tarea es asegurarse de que las leyes secundarias y los reglamentos sean conformes con la Constitución y pueden interpretar algún texto constitucional que no sea claro, pero cambiar un artículo clarísimo interpretándolo en sentido contrario es reformar la Constitución y nadie les ha dado tal autoridad. Interpretando uno por uno los artículos de la Constitución, con las atribuciones que se han tomado, nos pudieran dar una nueva Constitución.
Es divertido constatar que nada dicen los constitucionalistas, los abogados, los jueces, los asambleístas. Tal vez no quieren meterse en el escándalo del matrimonio entre personas del mismo sexo, pero escandalizan dejando pasar las tropelías de la Corte Constitucional ¡Qué divertido!
El pueblo también se entretiene, sin duda, con el escándalo carcelario.
Un funcionario dice que hay más de dos mil policías en las cárceles, que han puesto militares en el exterior de los centros penitenciarios y lanza la pregunta: ¿qué más quieren ustedes que hagamos? Creíamos que los gobernantes tenían las respuestas, pero ahora ellos hacen las preguntas, ¡Qué divertido!
El Consejo de Participación Ciudadana ya está en funciones y ha nombrado autoridades, al Reverendo José Tuárez y Rosa Chalá. El párroco del Consejo de Participación Ciudadana dice que quiere hablar con el presidente Moreno y aclara que como autoridad tiene que hablar con la máxima autoridad, no con otros funcionarios.
Para quienes no entiendan, quiere decir que hablará con el dueño del circo y no con los payasos. ¡Qué divertido! En la primera rueda de prensa les dio un repaso a toditos; estará entretenida la guerra de Consejos.