Incertidumbre

El futuro siempre es incierto, ni en el corto plazo se puede prever la evolución de los acontecimientos. Pero 2021 se presenta particularmente difícil de prever, dada la presencia de dos importantísimos factores cuya evolución afectará radicalmente el desenvolvimiento de la economía: el virus y las elecciones.

En estos días llegan las primeras dosis de la vacuna Pfizer, que permitirá vacunar a profesionales de la salud. Las autoridades nos aseguran que las vacunas seguirán fluyendo regularmente al país. Pero también señalan que Pfizer las entrega a medida que las va produciendo, y todos los países piden más y pronto. El presidente Biden se propone acelerar la vacunación en EE.UU. ya que las muertes van en aumento; hay la posibilidad que Biden pida a Pfizer que solo exporte las vacunas que no necesita EE.UU., con lo que no llegarían todas las vacunas que se espera. No se dice cuándo estará disponible la vacuna AstraZeneca, ya aprobada en varios países entre ellos Argentina. En fin, no está claro que el Ecuador pueda en corto plazo contar con todas las vacunas que necesita para controlar la pandemia.

Además de vacunas hay que asegurar jeringuillas, que también tienen una demanda muy superior a la habitual. Y luego se pondrá a prueba la capacidad de vacunación. En algunos países la vacunación avanza más lenta de lo previsto. Mientras mayor sea la población vacunada menos estrictas serán las medidas de restricción a la movilidad, al trabajo presencial, a la ocupación de locales. En fin, a la normalización de las actividades económicas.

Las elecciones: normalmente, nos ha tocado elegir para presidente candidatos unos más de izquierda, otros más de derecha. Pero hoy a juzgar por las encuestas las dos principales propuestas son diametralmente distintas. La una, de pisar el acelerador de las medidas, represadas, que le permitirían al país salir del entrampamiento en que está y retomar la senda de crecimiento, mejor insertado que en el pasado, en la economía globalizada. La otra, un populismo desenfrenado.
En primeros lugasresen las encuestas está un candidato que propone pagar USD 1 000 a 1 millón de sus simpatizantes; gastar el dinero que tienen los depositantes en el Banco Central; gastar dinero que no se tiene, y por lo tanto pagar con dinero electrónico sin respaldo. Echar abajo la estabilidad generada por la dolarización, crear un sistema de dos monedas, el dólar acompañado de una moneda virtual. En síntesis, una de las opciones que contempla el electorado es seguir la vía de Venezuela.

En estos 20 años de dolarización muchos ecuatorianos accedieron a la clase media. Contar con una moneda dura permitió hacer un presupuesto familiar, ahorrar y hacerse de un patrimonio. Esa estabilidad ahora está en riesgo. Nos la jugamos el 7 de febrero.

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