Los aportes de los trabajadores al IESS y los resultados de las inversiones convierten a esta institución en la más rica del país. El número de afiliados se ha duplicado, de 1 400 000 a 2 800 000, un universo que en retribución espera protección, prestaciones y servicios.
El Seguro Social ha contado con los mejores hospitales, con médicos generales y especializados de alta calidad, con equipos e insumos modernos y ha implementado el Seguro Campesino para los agricultores, pescadores y trabajadores rurales.
En un inicio, brindaba protección únicamente al afiliado, posteriormente la extendió a su cónyuge y a los hijos menores al año de edad y, en la actualidad, la cobertura fue ampliada a los menores de 18 años; la trascendencia social de la medida es incuestionable, pero al haberse incrementado el número de derecho-habientes, la estructura resultó insuficiente, lo que ha dado lugar a la necesidad de contratar centros particulares calificados, que acepten los tarifarios establecidos por el IESS, para ampliar la red de servicios. Esta integración particular ha crecido notablemente y ha hecho posible que los asegurados sean atendidos en prestigiosos hospitales y centros privados del país y excepcionalmente del exterior. El cambio ha sido abrupto y el control de esta nueva modalidad de atención ha encontrado muchas dificultades en la labor de auditoría de los servicios particulares y en la reposición de los costos de insumos y honorarios, de tal manera que lleva una rémora de tres o cuatro meses para hacerse efectiva y en forma incompleta, porque el IESS retiene un porcentaje, que varía entre el 10% y el 40%, del valor total, para precautelar posibles fallas de la auditoría que se completaría posteriormente. Esos montos permiten cancelar, a los proveedores, los valores de los materiales utilizados en procedimientos especializados y complejos, que salvan muchas vidas y que no podrían efectuarse si se careciere de ellos.
El nuevo representante del señor presidente al Consejo Directivo del IESS, economista Víctor Hugo Villacrés, ha expresado que existe un déficit, a cubrir, de 900 médicos generales y de 600 especialistas, que desea priorizar la atención primaria de salud y la medicina preventiva para evitar el aparecimiento de enfermedades y la congestión hospitalaria, que anhela diversificar las inversiones para obtener mayor rentabilidad, que evaluará la auditoría médica para hacer más ágiles los pagos a los prestadores externos y que su gestión honrada y transparente irá enmarcada en la premisa del papa Francisco “quien lleva a su casa dinero de la corrupción, da de comer a sus hijos pan sucio”.
Las declaraciones de este joven y bien intencionado dirigente abren una brisa de esperanza para el futuro del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, anhelamos concrete sus buenos afanes.