Un atento saludo, San Pedrito, jefe de los grifos celestes y dilecto amigo de Quito, de los simpáticos quiteños y, por supuesto, de los queridos chagras. Hoy volvemos a la carga, con una nueva y amistosa carta, la trigésima de nuestra historia de amistad. Como siempre, para contarte cosas y casos del terruño cuando se aproximan la fiesta de la ciudad, el año viejo y el año nuevo, el campañero 2012 y el electoralista 2013. Y, claro, uno que otro chisme.
Pues, te contamos que está trotando la idea de celebrar –con más entusiasmo que nunca- la fiesta quiteña con música ecuatoriana. Con los mejores pasillos, albazos y sanjuanitos, con los más celebrados pasacalles y danzantes. El anhelo es que la más representativa música patria resuene durante la celebración. Como sucedía antaño, según cuentan los antiguos, y se acentuó en los primeros años de la fiesta capitalina. Y siempre con un ”Viva Quito” alegre y amistoso, recordando que la capital no tenía fiesta y el 6 de diciembre solo se distinguía por una sesión solemne municipal y espesa hasta que el vespertino Ultimas Noticias tuvo la buena idea un 6 de diciembre. Han pasado los años y Quito ¡cómo ha cambiado y ha crecido!. Tanto que se acerca –sin frenos ni barreras- a los tres millones en medio del susto del alcalde y sus muchachos.
¿La fiesta? Por supuesto, sobrevive y es cada vez más gigante. Lástima que muchos habitantes prefieren salir de la ciudad porque hay cosas que no les gusta y temen por algo que antes no veían. Quito era una ciudad sana, alegre y segura. Sin sombra de criminales, por supuesto, ya que el Aguila Quiteña y sus amigazos solo llegaban al nivel de carteristas y hoy aparecen hasta unos feos narcos y uno que otro sicario. ¡Qué pena! Pero, en honor a la verdad, la ciudad mantiene muchas de sus virtudes y bellezas. Es justo reconocerlo. Además. está a la vista que tú andas de buen humor, mandándonos un sol esplendente, aunque –como es lógico- hay también hinchas de las nubes y de las lluvias. Cada cosa a su tiempo.
¿Chismes? Resulta que los taurinos y los antitaurinos, por igual, están un poco calientes. Los super aficionados protestan porque los matadores se podrán ganar una oreja sin matar al toro. Los adversarios, a su vez, se enojan porque a los toros ya no les despacharán al otro mundo en las plazas sino en el corral.
¿Y la política? Pues ya sabrás que tu amigo el Profeta se marchó de este mundo hace años y ahora tenemos un Jefe que también tiene sus rabietas y gana las elecciones, pero muestra sus diferencias y goza en la confrontación. En el 2012 volveremos a la campaña y en el 2013 a las urnas. Desde ya se realizan los preparativos, aunque –san Pedrito- te comunicamos que han muerto los partidos. ¿Quién va a ganar? Ya te contaremos lo que nos cuenten los chismosos.