Angustia enormemente al presidente Correa los apuros de muchos compatriotas en España, deudores hipotecarios.
Con la recesión perdieron sus empleos, no pueden pagar los dividendos y pierden su casa. Como pusieron su firma personal y han caído los valores de los inmuebles, además quedan endeudados.
En la calle y con deudas.
Durante su visita a España, el presidente Correa protestó por esa situación tanto al presidente Rajoy como públicamente; ordenó la contratación de abogados para que asesoren a los deudores.
El Presidente objeta que la hipoteca requiera además de la garantía del inmueble, la firma del deudor. “Desde Ecuador estamos asombrados que el riesgo recaiga sobre la persona y no sobre el capital. Va contra los principios de la economía” declaró, según El País.
A su regreso de España, lo enteraron que aquí también existe la prenda general. Por lo que el Presidente planteará al Tribunal Constitucional que declare la inconstitucionalidad del artículo del Código Penal que la estipula.
El Presidente refutó anticipadamente a quienes observen los inconvenientes de esa iniciativa.
No es que se acabará el crédito hipotecario, como el Jefe de Estado asume se va a decir. Pero los créditos hipotecarios serán por un porcentaje menor del valor del inmueble, puesto que los bancos deben asegurarse que la hipoteca cubra todo el riesgo.
Quienes quieran vivienda tendrán que poner más plata de entrada. Quienes no tengan la liquidez, no podrán acceder a un crédito hipotecario.
¿Es errada la iniciativa presidencial? No necesariamente. Tan solo que al favorecer a unos, perjudica a otros.
Otra acción presidencial inspirada en la crisis inmobiliaria hispana, es prohibir que los bancos locales compren cartera hipotecaria española.
Suponemos que lo que preocupa al Presidente es que un migrante que pierde su casa en España y queda debiendo, puede retornar, saliendo del alcance de su acreedor español. Pero un banco ecuatoriano acreedor sí podría cobrarle. Por lo que estos estarían motivados a comprar cartera hipotecaria española. El Banco Pichincha España compró cartera hipotecaria por euros 5.5 millones a Bankia, presumiblemente con buen descuento, y aspira rentabilizarla gracias a su experticia con la clientela ecuatoriana y andina.
Ricardo Patiño calificó de “agresión sin nombre” a esta compra de cartera.
Banco Pichincha España aclaró que no es un banco ecuatoriano sino español y sujeto a las leyes de ese país y no del Ecuador. Aclaró que no pretende cobrar la cartera en Ecuador. Mientras en el país genera suspicacia y alarma, The New York Times le dedicó un artículo muy positivo al Pichincha España por entrar al mercado inmobiliario español cuando otros bancos lo abandonan (edición de febrero 24). Qué paradoja.