¿Hasta cuándo Lanata...?

En materia de fútbol así como en tango, parrillada o sensación térmica que patentó como argentina Sábato, no podemos compararnos con ese país. Sin embargo, por sufrimientos y riesgos similares, no asemejamos en valentía periodística; aunque ahora, competimos con lo que significa Jorge Lanata.

El periodismo tiene muchos retos en la información o en la opinión; pero, los menos indicados para entenderlos son los gobiernos autocráticos sean fascistas o no. Para aclarar esta diferencia es necesario seguir a Iván Carvajal que entre los dos pone una línea divisoria básica: los fascistas motivan, manipulan y enajenan a las masas o multitudes para el logro de sus propósitos los que denominan "proyectos históricos".

Los otros enarbolan la fuerza de un poder omnímodo y bajo la manga suele tener el recurso de la represión. ¿A cuál nos parecemos? El argentino que no vive en Ecuador, donde hasta ahora solo se judicializa a los periodistas o se los agrede indirectamente cómo a Martín Pallares o a Diego Cornejo, no comprenderá que todavía no alcanzamos el 'rating' represivo de su país.

Esa nación con tanto bagaje intelectual y artístico, pero también conocida por los extremos históricos del poder en los capítulos del terror y la corrupción. Por ejemplo, en nuestras escuelas, estudiamos a Leopoldo Lugones que es uno de los grandes literatos de esa patria; sin embargo, pocos conocen que hizo una oda a la "internacional de las espadas militares", endiosando a las dictaduras y, que en la década del treinta del siglo pasado, su hijo en la intendencia de Buenos Aires inauguró "la picana eléctrica" para ablandar a los detenidos. Por eso, citando a Sarmiento es necesario repetir hasta el cansancio: "¿Civilización o barbarie?".

Argentina es la nación que mejor interpretó la insurgencia del sindicalismo y el peronismo la utilizó aplicando la estrategia, la táctica y la metodología mediática del nazismo que hoy tratan de imitar los bolivarianos en desmedro de la memoria de Libertador.

En esas condiciones, el Gordo ha escogido hacer la autopsia de la corrupción de grandes hechos recientes. Una vez le dijo a un alarmado entrevistador: "¿Pero, entendés para que estoy aquí"? Hoy Lanata en Buenos Aires con su programa "Periodismo para todos" -¿no lo clausuran todavía?- desafía al mayor poder de América Latina. Sin embargo, no solo es el autoritario tradicional, sino que se agregan la corrupción pública y el narcotráfico, entrelazados en una ruta de escape que es el lavado de dinero.

Cual él la lección, que a más de una irreverente valentía, registra Jorge Lanata. Sin duda el profesionalismo para ejercer el periodismo de investigación. Puede ser el mejor antídoto contra la profecía del Lord Acton respecto al poder absoluto. Entre nosotros puede ser la defensa contra la oficina de una "Gestapo criolla "en que se convertirá el Consejo de Regulación de los Medios.

Suplementos digitales