Francisco Miró Quesada. El Comercio, Perú, GDA
Cuando Francis Fukuyama lanzó la hipótesis, interpretada por algunos como una teoría científica, de que las ideologías predominantes del siglo XX habían perdido sentido, no percibió que estas podían resucitar. Además, no se dio cuenta de que esa hipótesis tenía una fuerte carga ideológica con sello neoliberal.
Este planteamiento no es nuevo: se remonta a la época de auge del nacionalsocialismo y del fascismo. No obstante, empezó a recobrar vigencia hace más o menos treinta años.
Según este criterio, todas las ideologías han muerto, menos una: el neoliberalismo. Sin embargo, el neoliberalismo no es tan nuevo como se cree, es simplemente la expresión de unas ideas liberales sobre otras, en donde predomina una interpretación de raíz economicista. El neoliberalismo desplaza lo político a un segundo nivel y sobredimensiona la economía. La categoría neoliberal evidencia una profunda ideologización, se sustenta en la creencia de que el mercado corrige las deficiencias del capitalismo. Para que funcione hay que desreglamentar o desregularizar y privatizar. El Estado no debe intervenir en el mercado.
En el otro extremo ha resurgido, sobre todo en América Latina, el nacionalismo populista. Este cuestiona algunas tesis del neoliberalismo, promueve el rol del Estado en la economía, valora y reivindica las tradiciones y costumbres de los pueblos, consiste en la afirmación del ser nacional. En su historia, algunas vertientes del nacionalismo y el populismo se aproximan a las ideas socialistas y llegan a ser caudillistas.
Todavía sigue vigente el humanismo, que privilegia al ser humano por encima del mercado y del Estado. Sostiene que la persona es un fin en sí mismo y no un medio o instrumento al servicio de otros. El ser humano no puede estar sometido a ninguna dominación, privilegia políticamente la democracia. Su expresión jurídica es la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Propone llegar a una sociedad justa, pero que en este proceso no debe suprimirse la libertad.
Debido a los problemas derivados del cambio climático ha surgido una nueva ideología: el ecologismo, una concepción del mundo relacionada con la defensa y la protección del medio ambiente. Busca una forma de vida a través del equilibrio hombre-tierra y se opone a decisiones político-económicas que afectan este equilibrio.
En nuestro país se tiene poca información sobre el neomarxismo.
Esta nueva versión de las ideas marxistas asume el fracaso del Estado totalitario, pero mantiene la concepción marxista clásica de la contradicción y del conflicto. Critica lo que denominan la “ilusión racionalista” que intenta conciliar tradiciones distintas: liberalismo y democracia .
Estas cinco ideologías, en sus versiones nuevas o porque han surgido para responder a problemas actuales (como los del medio ambiente), son las que están predominando en la era de la globalización, lo que prueba que las ideologías no han muerto y que en el futuro pueden surgir otras.