Guagua Centros

Copiando mal que bien un programa del Gobierno mexicano llamado “Estancias infantiles”, la esposa del anterior alcalde estableció 200 centros de cuidado de niños de cero a tres años. En el camino atropelló a funcionarios y procedimientos y hasta, a fines de la administración, financió su programa con dinero de las secretarías municipales de Educación, Cultura y Deportes, lo que denuncié y no fue desmentido. Los llamó Guagua Centros y, a pesar de que no eran una competencia estratégica del municipio o del Patronato San José (recuérdese que el Gobierno central tenía el programa de Centros Infantiles del Buen Vivir y que al municipio no le toca el tema de la nutrición infantil), los convirtió en su programa bandera.

Nadie la pudo convencer de lo contrario. No reparó ni en los costos de instalación ni en los altísimos de operación, que dificultan su sostenibilidad. Con una tenacidad que daba miedo, y cual verdadero poder tras el trono, derribó cualquier oposición, desoyó a quienes sabían del tema e inauguró centro tras centro, hasta celebrar los 200, con bombos y platillos, en el coliseo Rumiñahui en marzo de 2019. Terminó esa alcaldía hace un mes, pero ya se ha descubierto un déficit de varios millones de dólares en el Patronato y se ha establecido que los Guagua Centros ni siquiera contaban con un modelo de gestión. Lo que es peor, el Consejo de Protección de Derechos juzga que se los ha manejado con descuido, pues algunos ni siquiera tienen el permiso de Bomberos, otros han sido “tercerizados” y se ha ocultado denuncias de maltrato infantil, a pesar existir pruebas, entre ellas grabaciones de video. Yendo más allá, dicho Consejo pide una auditoría de los Guagua Centros y que se replantee el programa en su integridad.

¿Son sostenibles los Guagua Centros?, ¿son adecuados?, ¿eficientes? Si no lo son, este es el momento de hacer el cambio, como también de devolver a la Secretaría de Educación municipal la competencia sobre las 14 guarderías (para niños de 3 a 5 años) que la mujer del ex alcalde se llevó al Patronato. Las guarderías no son depósitos de guaguas: deben estar bajo la secretaría especializada; por algo se llama “educación inicial”.

Nota: Cuando critiqué a los Guagua Centros en estas mismas páginas, la entonces directora de Comunicación municipal reaccionó airada: una parte la conocen los lectores, por la carta que puso a este Diario, pero otra parte no la saben: volvió a ponerme en la lista negra prohibiendo que me entrevisten en las radios Municipal y Distrito (ya había estado antes en esa lista en época de Rodas, como estuve en la de Barrera). A mí ni me va ni me viene que me entrevisten esas radios, pero importa la intolerancia que revela. Estoy seguro de que Esteban Michelena no tendrá lista negra y ejecutará una política de comunicación democrática.

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