¿Se acuerdan de Cambridge Analytica, la consultora inglesa que fue la principal responsable del triunfo del Brexit y de Donald Trump y que se apropió sin autorización de los datos personales de más de 50 millones de usuarios de Facebook? Pues sobre ese escandaloso asunto, Netflix acaba de lanzar ‘The Great Hack’, otro estupendo documental cuyo título en español ha sido dulcificado a ‘Nada es privado’ mientras un crítico la califica como “la mejor película de horror del año”.
El cerebro político que anduvo detrás y fue el vínculo de ambas campañas es Steve Bannon, ese estratega blanco, grueso y racista que luego de abandonar el gobierno de Trump se ha dedicado a asesorar a Bolsonaro y a otros líderes de ultraderecha en Europa, a quienes cataloga como representantes del movimiento nacionalista, populista y tradicionalista que él impulsa.
El escándalo de Cambridge estalló en el 2017, cuando dos jóvenes exempleados denunciaron que la compañía asesora de campañas políticas pirateó los datos de los confiados usuarios de Facebook para crear patrones de personalidad de los votantes porque la personalidad rige el comportamiento y este define el voto. Entonces, para modificar el comportamiento e influenciar en la votación, Cambridge segmentaba a la población en grupos concretos, a los que dirigía mensajes adecuados mediante una operación psicológica que suele ser usada por los ejércitos en guerra y que consiste en bombardear a dichos grupos con propaganda que parece información confiable, con blogs, anuncios y falsas noticias que despiertan demonios y frustraciones, incrementando el miedo y el rencor y exacerbando los conflictos sociales. Eso sin dejar de atacar a los rivales con distorsiones y calumnias incesantes.
La cámara sigue sobre todo a Brittany Kaiser, la excolaboradora que va destapando todas las trampas de una compañía que termina disolviéndose para eludir responsabilidades. De paso, Brittany cuenta que se reunió con Assange, hizo una donación a Wikileaks y viajó a Rusia porque Cambridge quería los mails hackeados al Partido Demócrata.
Además, entre las decenas de elecciones del mundo subdesarrollado en las que intervino Cambridge, se destaca el 2015 la campaña presidencial de Macri, cuyo estratega fue Jaime Durán. Por ello, ciertos periodistas argentinos resaltaron la semejanza de varias técnicas de la consultora inglesa con las que promulga el consultor ecuatoriano.
Casi al final del documental nos enteramos que el año pasado la ‘data’ superó ya al petróleo como el activo más valioso del mundo y que será improbable tener elecciones libres en el futuro. Frente a ello, un activista sostiene que los derechos sobre los datos son derechos humanos. Sí, pero ya sabemos lo que los populistas hacen con los derechos humanos.