Nos gobiernan verdaderos héroes. Correa está ganando heroicamente la guerra contra su propio pueblo con base en el garrote y el insulto. Y Glas es el héroe desconocido de la Guerra del Cenepa.
Si Glas no hubiera trabajado “como técnico en empresas que prestaban servicios a las Fuerzas Armadas” hubiéramos perdido la guerra, como los militares ecuatorianos, sin su providencial auxilio, perdieron todas las anteriores. Esta la ganamos porque Glas estuvo allí “instalando redes en el conflicto del Cenepa”. Como él dice: “Eran redes de transmisión”.
Su modestia le había llevado a silenciar su acción heroica, pero solo cuando esos malcriados militares en servicio pasivo, el Día del Ejército, faltaron al respeto a la majestad del Jefe de Estado, no tuvo más remedio que contar la verdad.
En efecto, mientras instalaba redes en el campo de batalla, se adelantó con la bandera en la mano gritando “¡Viva la Patria!” y recibió un balazo en el brazo. Tomó la bandera en la otra mano y siguió avanzando. Vino una bala de cañón y le cercenó el otro brazo. Sin embargo, tomó la bandera con la boca y continuó su avance gritando: “¡Viva Alianza País!”. Encaró a los policías presentes, perdón a los soldados presentes, y abriéndose la camisa les mostró el pecho. Callaron las balas y todos, de lado y lado, lo aclamaron. Por eso, no murió gloriosamente en el Cenepa y vive en nuestros corazones.
Por su humildad, Glas no pensaba contar esto, pero los jóvenes del grupo “Rafael contigo siempre” de Alianza País le han pedido que publique su libro “Cómo gané la guerra del Cenepa”, que tendrá más éxito que la obra completa de Correa: “De banana republic a la no república”. Así sabremos que el general Paco Moncayo y los coroneles Luis Hernández y Eduardo Vergara, por pura envidia y sectarismo, para publicar sus libros sobre la guerra, no solo callaron el acto heroico de Glas, sino que le han plagiado sus escritos y su “marco teórico”.
El héroe tiene prueba irrefutable de que esos militares son plagiadores porque el Rector de la Espol certifica que Glas es un escritor original. El Rector lo conoce bien porque manejó el examen de su magistral tesis de grado que solo los calumniadores dicen que tenía bastante de “prestadita”.
Por lo demás, es conocida la insuperable capacidad de Glas para “instalar redes de transmisión”. Eso hemos visto precisamente en todos estos años en las obras públicas, en los viajes a China con un brillante resultado de endeudamiento, y muchos otras sacrificadas acciones de gobierno. Ese decir que lo del Cenepa fue solo un pálido reflejo de lo que vino después.
Cuando los ecuatorianos se den cuenta de que los verdaderos héroes no son los muertos del Cenepa, sino los que nos gobiernan, votarán masivamente por Glas para que el correísmo continúe “con infinito amor” por 100 años más.