La furia y las iras

‘La furia española’ puso la nota esta semana. Hasta el Ecuador, por supuesto, llegó el eco de los triunfos hispánicos, especialmente del 1-0 frente a los alemanes que venían de apabullar a Maradona y los suyos. Fue cuando salió a relucir todo lo bueno, lo malo y lo feo del viejo parentesco, la mayoría criolla aplaudió los resultados y hoy estará pujando por Carlitos Puyol y los suyos, aunque respetando -y temiendo- a los rivales holandeses. El Mundial de Fútbol -que termina hoy- ha sido grato en términos generales, con partidos emocionantes, éxitos y decepciones para Unasur, con un bravo Uruguay en semifinales, con ecos singulares en cada país después de los bellos triunfos o de las feas derrotas. El balance dice que la enorme hinchada mundialista se entregó -con pocas excepciones- al deporte espectáculo, un fútbol que parece danza de millones, fiesta alegre, un poco de locura o fuente de llanto, aunque usted no lo crea. Sudáfrica fue sede digna, aunque aun lejana. Hubo estrellas que brillaron y luceros que se apagaron. Otra vez los árbitros pitaron como seres humanos. La prensa mostró los cambios registrados en 80 años de mundiales. La pantalla chica reafirmó su dominio actual, pero la radio y el periódico se defendieron todavía. Los ecuatorianos no dejan de lamentar la ausencia tricolor y sueñan -pese a las dificultades que reconocen- en un regreso al gran fútbol en el 2014, con Río como tentación.

¿Y las iras? Bueno, las iras aparecen cuando enfrentamos a la mayor noticia nacional de la semana, consumada el jueves, en la sesión de la Asamblea, con la sorpresa de las 66 firmas y los 60 votos, luego del anuncio de la oposición de que “estábamos perdiendo 3-0 y fuimos al empate”. Con las iras del Corcho, a quien nos dirigimos hoy, y de casi todos los asambleístas, aliancistas o de oposición, poseídos de algo más que la furia española. Mira, Corcho, te veías mucho mejor antes, con una sonrisa alegre. Por ejemplo en diciembre, cuando anunciabas el acuerdo ético y legislativo sobre la Ley de Comunicación. Estabas muy bien y el jueves estuviste muy mal, de principio a fin. Ese día hasta el Mundial se dañó, porque el jurista Alexis Mera ordenó la inclusión de varios spots -algunos de ellos tan injuriosos como en los tiempos de Fernando Alvarado- en las transmisiones del fútbol. ¿En adelante vamos a vivir así, en un empate técnico, con el Gran Jefe fustigando a la prensa y su círculo buscando más votos en la Asamblea, ofreciendo hasta universidades? Corcho es tu oportunidad. Busca el reinicio del diálogo, a base del acuerdo de diciembre que tú apoyaste, aceptaron tantos y el Jefe no miró del todo mal. Pon a debatir a las partes, realizando concesiones de lado y lado y buscando una gran Ley de Comunicación que sirva al Ecuador y a sus ciudadanos, en este y otros gobiernos. ¿Qué tal? Me permito tutearte porque los dos hablamos una sola vez en la vida y me trataste de tú. Chao.

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