Ecuador, Perú y la Amazonía

Justo un año antes de que se cumplan veinte años de la firma de los acuerdos de paz con el Perú, se celebró en Trujillo un Gabinete Binacional entre Ecuador y el Perú. En este lapso, derrumbada la muralla que detenía la voluntad de trabajar juntos y en paz por el desarrollo de los dos países, y en particular por el de los pueblos fronterizos, tan postergados por décadas, mucho se ha avanzado.

Durante este encuentro, y ya van once, se verificaron los logros en el cumplimiento de los acuerdos y de los nuevos programas multisectoriales que forman parte de la relación bilateral.

Se resolvió a través del diálogo y con pragmatismo la torpe controversia del muro ecuatoriano heredada del anterior gobierno y se decidió priorizar, entre otros asuntos, la conectividad y la protección del ambiente, en particular de la Amazonía.

La Canciller Espinosa anunció en Trujillo que por iniciativa del presidente Moreno, con el apoyo del presidente Kuczynski, a comienzos de diciembre, se realizará en Quito una reunión de cancilleres de los países amazónicos para tratar sobre la preservación de la cuenca hidrográfica más grande del mundo respecto de la cual, según las diferentes porciones geográficas, la responsabilidad recae en ocho países de Sudamérica.

Digna de respaldo la propuesta de Moreno y hago votos porque tenga éxito en esta coyuntura en que el medio ambiente es una prioridad global. La reunión ministerial anunciada debía hacerse en Caracas pero Venezuela, por motivos que son de imaginar, le ha cedido la organización a nuestro país. Ecuador debe promover el relanzamiento de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, muy venida a menos desde hace varios años, coordinar esfuerzos entre sus miembros para proteger la Amazonía, utilizar racionalmente sus recursos, impulsar los proyectos en curso y alentar la conformación de un bloque que actúe unido para la aplicación de la convención de París sobre cambio climático. No obstante, para que esta valiosa iniciativa logre su propósito hay que asegurar el compromiso de todos sus miembros. Así, las acciones que se propongan serán debidamente compartidas y habrá un seguimiento conjunto. Caso contrario me temo que no tendrá los resultados esperados.

Brasil representa el 60 % de la Amazonía, Perú el 13% y Colombia el 10%. La participación de estos países es clave.

Y aquí vale una acotación, Ecuador no ha normalizado aún sus relaciones – ya va año y medio- con Brasil. No ha acreditado un Embajador lo que hace dudoso que ese país asista a la cita y si asiste que lo haga a un nivel adecuado. Si Brasil no participa, está claro que la reunión será un penoso fracaso. Tengo la certeza de que por esta y otras razones pronto se rectificará esta anomalía.

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