El reciente llamado de atención al Fiscal y a juezas, jueces y funcionarios judiciales, a través de un exhorto del Presidente, Contralor y otras autoridades de control, estará latente mientras no den respuestas tangibles, ágiles y concretas en la lucha contra la corrupción. Cierto que los trámites son engorrosos, pero es tiempo que los resultados lleguen en la recuperación de los dineros robados,que estarían en cuentas del exterior.
Hace casi un año (publicó EL COMERCIO, 4 de diciembre 2017) la Sala Penal que tramitara el primer caso de Odebrecht solicitó retener USD 101,1 millones en cuentas de trece procesados, entre ellos del contralor prófugo en Miami, el ex vicepresidente correísta, su tío y diez personas más. Empero, nada se recupera. La Corte Nacional pidió que se envíen oficios a seis países en donde se presume que abrieron cuentas para triangular coimas: Panamá, EE.UU., Venezuela, Curazao, México, Hong Kong. En ese juicio el ex vicepresidente y su tío habrían cogido más de catorce millones USD y tampoco se ha recuperado nada.
El coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción habló de negligencia cuando menciona que hay dineros identificados en Suiza, aun cuando la cantidad sea todavía baja (cerca de USD 1 millón) frente al monto enorme que se presume que robaron. Cuenta, a nombre del prófugo ex ministro de Hidrocarburos, con nexos y parentesco directo con alto funcionario del actual régimen (FF.AA.).
Decenas de informes de Contraloría con responsabilidad penal siguen pendientes. Debe procesarse a todos los responsables del gobierno pasado, pero las órdenes de prisión han sido para ex funcionarios medios; los altos siguen campantes. Para los casos pequeños, rápidos; los importantes, lentos. Por qué no responde concretamente el Fiscal qué espera para agilizar grandes casos que están empolvados, como denunciara la Comisión Anticorrupción. Por qué no activa los casos de Caminosca, Manduriacu, en donde hay pruebas. Otras grandes obras en el sector de energía. El caso del endeudamiento externo. Qué pasó con los procesos por peculado, concusión, cohecho, lavado de activos, enriquecimiento ilícito, testaferrismo, derivados del juicio Odebrecht en el que fuera sentenciado a 6 años el vicepresidente y su tío. Solo está condenado por asociación ilícita, pero no se determina para qué fue esa asociación.
Se cuestiona el entorno del Fiscal, que estaría deteniendo investigaciones de grandes casos de corrupción. Dos fuentes: el coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción que no ha tenido recelo en señalar a ese entorno. Segundo: una autoridad que contribuye reservadamente con sus investigaciones y que conoce a esos colaboradores. Lo cierto es que dejaron escapar al ex secretario de Comunicación del nefasto correísmo.