Arduo y profundo el tema que asumió el Dr. César Augusto Alarcón Costta para su incorporación como Miembro Correspondiente en la Academia Nacional de Historia. Le dio la bienvenida el académico numerario Dr. Fernando Jurado Noboa. Celebrose el solemne acto a mediodía del jueves pasado, con nutrida concurrencia, en el Aula Manuel de Guzmán Polanco del Edificio Alhambra, sede de la Academia, esquina de la 6 de Diciembre y Vicente Ramón Roca. El discurso de incorporación del nuevo académico versó sobre ‘La Filosofía de la historia y el género biográfico’.
Alarcón Costta es autor, entre otros libros, de uno excepcional, el ‘Diccionario biográfico ecuatoriano’, cuya primera edición de 2 000 ejemplares (Editorial Raíces y Fundación Ecuatoriana de Desarrollo, 1274 pp., Quito, 2000), congregó aproximadamente seis millares de fichas sobre otros tantos personajes, hombres y mujeres, cuyo trajín vital ha contribuido a forjar la historia el Ecuador contemporáneo, desde los albores de la Patria, en todos los campos de la actividad humana: artes plásticas y musicales, letras en prosa o poesía, ciencias de la naturaleza, matemáticas, física y química, biología, etc. Son pequeños resúmenes que abarcan desde los nombres, los padres, fecha y lugar de nacimiento, estudios, principales realizaciones, bibliografía y un sinfín de datos que hacen un boceto de la personalidad de los biografiados, con el aditamento, en muchos casos de su retrato, en magníficas plumillas de las que es autor el propio Dr. Costta, dibujante desde su niñez, algunas realmente excepcionales, verdaderas etopeyas en líneas. La segunda edición de su “Diccionario Biográfico Ecuatoriano”, aparecida el año pasado, reúne más de 9 000 fichas en 1 352 páginas.
El magistral discurso leído por César Augusto, al igual que las síntesis de sus biografías, es un apretado ensayo sobre la fundamentación metafísica del quehacer historiográfico y la trayectoria a través de los tiempos, desde Empédocles, Heráclito, Protágoras, Platón, Herodoto, Aristóteles, Moro, Descartes, Vico, Wolf, Kant, Herder, Hegel, Marx, Spencer, Darwin, Russell, Einstein, Ortega y Gasset, Weber, Toynbee, Walsh y… Velasco Ibarra.
Es célebre, pero de cuán difícil interpretación, el concepto que Herodoto, llamado ‘el Padre de la Historia’, dio sobre ella cinco siglos antes de Cristo, con la que suele comenzarse todo magisterio: “La historia -dijo- es luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, testigo de los tiempos y mensajera de la eternidad”.
Alarcón Costta ha tratado de realizar, en su “Diccionario…”, verdadera filosofía en la historia nacional. Suyos, estos conceptos: “La historia es la autobiografía de la humanidad… La biografía no es un relato de ángeles o demonios, sino de seres humanos, por lo que no debe convertirse en apología que todo lo santifica ni en vilipendio que todo lo condena”.