La información está publicada en el sitio oficial del director musical ítalo-argentino Dante Santiago Anzolini, elegido entre casi un centenar de concursantes como el nuevo director de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil (OSG), una función que había quedado vacante tras la renuncia de David Harutyunyan, quien asumirá la dirección de la Sinfónica Municipal que está en proceso de formación.
Tengan en cuenta lo que esto significa para Guayaquil. Una ciudad que se acerca a los cuatro millones de habitantes tendrá dos directores musicales de excelencia, que conocen todo el repertorio universal de la música, incluso de la ecuatoriana porque en las bases del concurso mediante el cual se escogió a Anzolini también se incluían partituras de compositores nacionales.
Los primeros 95 candidatos para dirigir la OSG llegaron de varios países. Debían justificar su experiencia como directores o compositores. Ninguno, como dice la información de la página oficial de Anzolini, presentó recomendaciones especiales como suele ocurrir en algunos concursos internacionales. Esto significa que los que llegaron hasta el final del concurso tenían todos los méritos para dirigir a la orquesta guayaquileña creada en 1949, el mismo año de su similar de Quito.
Después de los exámenes iniciales llegaron a la final del concurso un músico francés, un ruso, un español, un cubano y el ítalo-argentino. Todos se sometieron a tres horas de audición, durante cinco días, con repertorios que abarcaron dos siglos de la música académica y también algunos períodos de la música ecuatoriana. Un jurado internacional supervisó todo el proceso y tomó la decisión por unanimidad.
Dante Anzolini es un músico que ha dirigido orquestas de gran prestigio universal y también estuvo en Ecuador para estrenar una obra musical del gran maestro Philip Glass. Eso ocurrió el 30 de julio del 2010 en la Casa de la Música en Quito. Ese día dirigió el concierto de la Youth Orchestra of the Americas (YOA) con un repertorio que incluyó las Danzas sinfónicas de West Side Story, de Leonard Bernstein, la Sinfonía número 4 de Gustav Mahler y el estreno para América Latina del Concierto para violonchelo y orquesta ‘The vivid unknown’ de Glass. La solista fue la chelista Wendy Sutter. El mismo Glass viajó a Quito exclusivamente para estar presente en la sala de conciertos de la Casa de la Música porque consideraba que Ecuador era un gran país latinoamericano para estrenar su obra.
La biografía oficial dice que Dante Anzolini, antes de comenzar a estudiar dirección de orquesta, fue pianista, violista y violinista en varias orquestas. Estudió oboe, percusión, fue solista de clave y bajo continuo, director de coros. Cursó estudios de matemáticas en la Universidad de La Plata y es un apasionado de la literatura y los idiomas.