Me apenó leer que la famosa revista Forbes considera que el Ecuador es un país poco adecuado para invertir en él, lo ubica en el puesto 114 de una lista de 134 naciones, mientras que Chile ocupa el 24, Perú el 42 y Colombia el 62. Así también, el informe de competitividad global (ICG-2011-2012) presentado por el Foro Económico Mundial, nos ubica en el puesto 101 de los 142 países analizados, lo que demuestra que nuestro país es considerado como uno de los menos competitivos, y que considero incide en la poca inversión extranjera que recibimos. ¿Por qué nos consideran así? En mi opinión, porque pese a ser un país que lo tiene casi todo: petróleo, banano, pescado, camarón, café, cacao, flores, etc., carecemos de seguridad jurídica, debido entre otras cosas a la falta de preparación y corrupción que lamentablemente existe en la Función Judicial, lo cual amerita un cambio radical en ella; porque las “reglas del juego” en materia económica, no están claras -cambian con mucha frecuencia- (9 reformas tributarias en menos de cinco años); porque es necesario flexibilizar la ley laboral, combatir drásticamente la delincuencia y porque se considera que en el país no se garantiza adecuadamente la libertad de empresa, la de comercio, ni el Estado de Derecho.
La poca inversión extranjera (aproximadamente USD 170 millones) que hubo en el Ecuador en el año 2010 frente a la cuantiosa inversión extranjera que tuvieron nuestros vecinos del norte y del sur, demuestran lastimosamente, que el Ecuador no está en la mira de los grandes inversionistas y no cabe que argumentemos que ello se debe a lo pequeño de nuestro territorio y a los solo 14 millones de habitantes que tenemos; pues, si ese fuere el caso, Suiza no estuviera catalogado como uno de los mejores países para hacer negocios a nivel mundial, donde la cultura de sus habitantes es muy superior a la nuestra, donde hay respeto a los demás, orden envidiable, seguridad ciudadana (de todo lo cual en el Ecuador carecemos), y donde hay además seguridad jurídica, política y económica. De esa lista, nosotros podemos sostener que solo tenemos seguridad política, considerando que este Gobierno va para el quinto año de su administración.
Pese a lo antes expuesto, y sobre todo, debido al alto precio del petróleo del que ha gozado el Estado ecuatoriano durante los últimos años, nuestra economía creció en el segundo trimestre de este año más del 8% que en el similar del 2010. En hora buena.
He podido constatar, según lo publicado en la Revista Vistazo (9/22/11), que la mayoría de las 500 más grandes empresas en el Ecuador, vendieron en el 2010 mucho más que en el 2009. Ojalá que en el 2011 vendan aún más, aunque temo que ese puede no ser el caso de los comerciantes, que ahora requieren de permisos previos para importar sus productos.