Con verdadera paciencia, la redactora política de este diario, Nancy Verdezoto, ha llegado a descubrir que son trece las veces cuando el presidente de la República, economista Rafael Correa ha lanzado la amenaza de renunciar a esa magistratura, durante los 7 años que lleva al frente del país.
La ocasión más próxima ha sido la del conflicto con el caricaturista Xavier Bonilla, mucho más conocido por el seudónimo de ‘Bonil’, mientras que la penúltima oportunidad estuvo conformada por las innumerables incidencias de la batalla entre los médicos y el Gobierno, a propósito de normas que se habían incluido dentro del llamado Código Penal Integral, y que aprobara la sumisa Asamblea presente.
De todas maneras no cabe discutir que 13 resulta un número bastante crecido para eventos de tal importancia. La redactora Verdezoto atribuye los anuncios de dimisión a una estrategia que se pone en marcha cada vez que aparece un ‘impasse’ político. Por supuesto que no han faltado en otros períodos anuncios en parte de la misma índole.
Así es factible recordar al presidente García Moreno cuando una Asamblea del siglo XIX, expidió la Carta Política que el enérgico mandatario creyó que sería funesta para el objetivo de mantener el orden dentro del Ecuador, sometiendo sobre todo los intentos de un militarismo que se había acostumbrado a romper las normas jurídicas el momento menos pensado.
Otra situación fue la afrontada por el doctor José María Velasco Ibarra, cuando en su primer mandato advirtió que estaba naufragando el ‘Plan Estrada’ -por alusión al banquero Victor Emilio Estrada y en el que Velasco había fincado grandes esperanzas para el reordenamiento integral de la economía del país-, sin que lograra convencer de idéntico optimismo a los congresistas de la época.
Naturalmente que las trece ocasiones han respondido a circunstancias y motivos de muy heterogénea clase. Inclusive una de las asambleístas involucrada en una de las ocasiones de amenaza de dimitir, Gina Godoy, ensayó su propia explicación, cuando la atribuyó a manifestación del Presidente, como parte de su temperamento: “No es una persona que está en un molde. Es muy equilibrado pero demuestra sus emociones con naturalidad; si está feliz, sonríe, canta; pero si está molesto también lo demuestra”.
A su vez el asambleísta de Creo, es decir de uno de los bloques de la pequeña oposición, Patricio Donoso afirmó que los anuncios de dimitir apenas son una estratagema “para convencer a los militantes de la revolución ciudadana”, porque a los demás no nos convence. También, advirtió: “Cuidado se repita la historia del lobo, de suerte que luego de manifestar en todo tiempo que ya mismo se vendría el lobo, cuando realmente llegó, nadie le creyó a quien había dado la noticia y el lobo entonces diezmó a las ovejas propias y extrañas.