Previamente a rendir una prueba de conocimientos es conveniente, en la mayoría de casos, entregar las preguntas a las personas que van a ser examinadas. Eso les obliga a investigar los puntos más importantes de la materia y a formar un grupo para analizar y discutir las respuestas.
Los alumnos ganan y la sociedad también al tener a los ciudadanos mejor preparados en el área del conocimiento sobre lo que versa la prueba.
Cuando hace unos meses tuve que renovar mi licencia de conducir me enteré que en la página web de la Agencia Nacional de Tránsito estaban “colgadas” las preguntas sobre los temas del examen teórico que los choferes deben dar.
Por ello decidí, antes de concurrir a esa Agencia, no solo estudiar la ley, sino también analizar el documento que con buen criterio pusieron las autoridades de tránsito. Mi intención era no “chocarme”, tampoco “rozarme” en la prueba. Mi objetivo era renovar la licencia.
Las preguntas bastante obvias; algunas elementales; otras rebuscadas; pero, el fin de que los conductores algo aprendan, considero que se lo consigue al haber incorporado, a continuación del texto de las preguntas, tres posibles respuestas (la correcta está señalada por la propia Agencia).
Mi estudio del cuestionario iba a buena “velocidad” hasta que llegué a la pregunta 273: “Si usted conduce un vehículo cuyas llantas se encuentran lisas o en mal estado, será sancionado con…”. La contestación correcta para la Agencia es la que consta en la letra b, “Pena privativa de libertad de 5 a 15 días, disminución de 5 puntos en la licencia de conducir y retención del vehículo hasta superar la causa de la infracción”. ¡Perfecto!, pero la misma pregunta se repite en la 320, y la respuesta correcta ya no es la b, sino la a: “Disminución de 6 puntos en la licencia de conducir”.
Seguí estudiando. Mi objetivo era “conducir” hasta alcanzar la licencia, pero me encontré con otra señal de “Pare” en la pregunta 297: “Las bujías del automóvil deben ser reemplazadas cada…”. Respuesta correcta: “b. 10 000 km”. Pero esta pregunta se repite en el número 311, pero la contestación correcta ahora es “c. 20 000 km”. Me cuestioné si esa variación depende de la marca del vehículo o de las bujías que se utiliza.
Por último, luego de los dos “frenazos”, revisé otra vez las preguntas y en la 6 me encontré un dibujo de un auto y el brazo del supuesto conductor fuera de la ventana moviéndolo de arriba hacia abajo. Ante mi ignorancia de lo que podría indicar aquello, vi la respuesta: esa señal significa estacionarse. Asombrado ante tan novedosa seña, me “bajé” del estudio y fui a rendir el examen.
Ratifiqué lo que siempre he pensado: no se puede conducir, ni los destinos de los pasajeros de un auto, sin observar la Constitución y las leyes… ¿Se cumple?