Ante la crisis europea, incontrolada aún, y el riesgo de contagio, ¿qué es lo que se recomienda a América Latina?
Lo mismo que se recomienda a otras áreas económicas: ante las perspectivas que los EE.UU. y la Unión Europea reduzcan sus importaciones y busquen revigorizar sus exportaciones, las otras regiones van a perder exportaciones, y por lo tanto deben dinamizar su comercio interno: comercio entre sus países.
Hablemos de Sudamérica, puesto que desde el Tapón de Darién hasta el Río Bravo, los ojos miran al norte.
El más exitoso esquema de integración comercial sudamericano es Mercosur, entre Brasil y Argentina, las dos mayores economías de la región, con Paraguay y Uruguay como socios menores.
La CAN, con más de 40 años, fue un proyecto muy ambicioso que no alcanzó sus metas. Pero en su marco Colombia y Ecuador han profundizado su relación comercial e intercambian bienes que ninguno de los dos podrían vender en los mercados desarrollados. Precisamente, lo que se sugiere debe hacerse como protección ante un posible rebrote de la gran recesión.
El Ecuador recientemente amenazó con retirarse de la CAN, y fue necesaria una cumbre en Bogotá para impedir su salida.
Si Santos y Humala hubieran aceptado la bravata de Correa y puesto fin a la CAN, nos hubiéramos quedado solos. Somos los que tienen más que perder. Colombia y Perú miran hacia los EE.UU. y la UE, con los que han firmado TLC. Colombia y Perú pueden integrar sus economías vía los TLC. Bolivia se orienta más hacia el Mercosur, ya que limita con tres de sus integrantes.
Nos hubiera quedado la Alba. Pero el momento culminante de la Alba ya pasó. Fue cuando Hugo, Evo y Rafael, vistiendo ponchos, cantaron en trío.
Sudamérica debería imponerse tres objetivos, si busca una mejor inserción internacional:
-Comprarse los unos a los otros. El Ecuador tiene déficit con casi todos los países excepto cuando compran petróleo. Brasil, en particular, nos resulta impenetrable.
-Integrarse en cuanto a infraestructura, comunicaciones. Estamos muy distantes los unos de los otros. El crónico problema de los transportistas en la frontera norte debe tener una solución definitiva.
-Liderar la adopción de normas contra el dumping social en el comercio internacional. Aquí podemos aliarnos con los países desarrollados.
Se resalta que somos la región con más desigualdad. Pero no, que somos la que pagamos los mejores salarios y garantizamos los mayores derechos laborales, en relación a nuestra productividad. Por eso no podemos competir con manufacturas sencillas con Asia, donde los derechos son muy incipientes y los salarios bajísimos, ni para productos más complejos con EE.UU. y Europa, con sueldos y derechos más altos, pero con productividad ampliamente superior.