La unión finalmente llega, aunque tarde, para un pueblo venezolano que se ha dejado carcomer por un cáncer de violencia y agresividad, de destrucción de una comunidad productiva y reconocida por su voluntad para sobrevivir ante toda circunstancia. Un candidato se une a otro y a fuerzas de otros movimientos y partidos para juntos, sin importar el proceso desgastador y público manipulado por un único poder insultante e irrespetuoso, no solo hacia los candidatos, sino hacia los venezolanos mismo, lograr, con su ímpetu de juventud e innovación el atrevimiento de enfrentar y seguramente triunfar por y para una nación. Ejemplo maravilloso para lo que nos podría suceder si la madurez política no llega como por correo expreso. No permitamos que Ecuador sufra años de malvivir para entonces lanzarnos a la búsqueda del buen vivir.
Este es el momento, no se puede esperar más. Ya podemos reconocer el poder manipulador si nos percatamos del proceso de revisión de firmas en las que unos serán calificados y otros no. Reconteo según el cual los que podrán participar serán vilmente vapuleados en sábados soleados con florido lenguaje y cuyos nombres pasarán a la historia en hábiles frases que quedarán como perlas en un collar por su abundancia y creatividad.
Podemos reírnos y hacer chistes, la sonrisa, sincera, no de hiena, siempre sienta bien, pero no permitir que con esas palabras se dañe a personas, una comunidad y al país entero.
Las vanidades y aspiraciones egoístas personales deben desaparecer, los políticos deben aparecer, es decir aquellos que buscan servir a un pueblo unido, como vengo insistiendo desde hace un tiempo, para entre jóvenes y mayores hombres y mujeres de tendencias similares frenar la desunión de un pueblo conocido por ser pacífico al tiempo que luchador, que no precisa de groserías para lograr un futuro prometedor y un buen vivir para todos y no sólo algunos.
El ejemplo inicial, sin dejar pasar 14 años, nos sirve, para aprender lo positivo y desestimar lo negativo y destructivo. Nos enseña a no dejar pasar una generación entera para que escuche y crea normal la falta de respeto a la integridad humana, aun cuando solo se traten de palabras denigrantes.
Este es el momento de la unión, de luchar por encontrarla. Este es el momento de parar un cáncer que afecta a todos los órganos de una nación bajo un solo poder.
Este es el momento de ser un país unido, un gran Ecuador, con grandes hombres y mujeres a la cabeza demostrando que el correo llegó, que olvidaron su egoísmo para buscar las coincidencias y reencontrar el grande y maravilloso Ecuador, diverso pero uno solo. Este es el momento.