Hace una semana las últimas encuestas daban al grupo populista de izquierda Podemos el segundo lugar en las elecciones españolas.
La realidad de los votos lo dejó en tercer lugar. De todos modos, una posición de privilegio si tomamos en cuenta que la organización es nueva y que junto con el centro derechista Ciudadanos lograron romper la hegemonía bipartidista construida desde el final de la dictadura franquista entre la derecha del Partido Popular( PP) y la centro izquierda de la socialdemocracia del Partido Socialista Obrero Español ( PSOE).
Podemos y Ciudadanos son hijos del desobligo respecto de los partidos tradicionales ( lo que aquí llamarían la partidocracia).
Pero ¿por que perdió Podemos lo que parecía ser una carrera ascendente hacia la cúspide? Es factible hallar varias explicaciones entre las incertidumbres que genera el miedo a lo desconocido a aquello que puede precipitar a España cuesta abajo, ahora que apenas supera la crisis que la agobió.
Las figuras de Podemos simpatizan con los líderes que condujeron a Grecia al descalabro. Otros son simpatizantes del chavismo que tienen a Venezuela en el sótano del caos. La ong de Podemos, el Ceps, Centro de Estudios Políticos asesoró a la revolución bolivariana y recibió recursos ( todavía no responden por ello) y con Celag, Centro de Geopolítica comparten tesis con algunos dirigentes ecuatorianos. Podemos simpatiza con la Revolución Ciudadana. Pablo Iglesias comentó muy bien de Rafael Correa y su modelo en una entrevista con Antena 3 TV que desnudó sus flaquezas en materia económica. El diputado Errejón presentó un plan para una moneda zonal única que nos sacaría de la dolarización. Ellos mantuvieron un programa en la iraní Hispantv que se puede ver en la web. Son argumentos suficientes como para que los españoles tomen distancia. Tanto que prefirieron votar por una cierta establidad del PP y Rajoy, pese a las denuncias de corrupción, que ir al abismo y con los ojos vendados.