¿En qué invierten los bancos sus depósitos?, ¿al servicio de qué intereses y con qué criterios?, se preguntan cada vez más personas en España, que quieren saber qué se hace con su dinero y apuestan por finanzas alternativas, en crecimiento en medio de la crisis que ahoga al país.
“Crédito que se da, crédito que se pone en nuestra web”, dijo a IPS el funcionario de una banca de ese tipo, Ernesto Juárez. Se trata de Fiare, una entidad que opera como agente de la cooperativa de crédito italiana Banca Popolare Ética, u donde “la transparencia” rige su funcionamiento.
Fiare, con 2 618 socios y un capital social del equivalente a 3,4 millones de dólares, financia a organizaciones con proyectos de cooperación al desarrollo, inserción social o agroecología, afectados por los recortes o retraso del apoyo público o privado, contó Juárez, quien destacó que los préstamos concedidos aumentaron 40% de 2010 a 2011.
“Financieramente somos muy estables. No vamos a prestar más de lo que tenemos”, advirtió. La entidad ofrece instrumentos de ahorro e inversión “responsables”, a diferencia de bancos y cajas de ahorros que propiciaron la crisis con su obsesión especulativa y de máximo rendimiento.
El saneamiento de la banca española, frágil tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, precisa de entre USD 64 000 y 77 000 millones de capital, determinaron 21 consultoras extranjeras, contratadas por el Gobierno para auditar las cuentas del sector.
El 9 de junio los países de la Zona Euro de la Unión Europea (UE) aprobaron una línea de crédito de hasta 127 000 millones de dólares para rescatar al sector bancario español, y una vez establecido el monto necesario para el saneamiento, el gobierno derechista de Mariano Rajoy deberá solicitar formalmente el préstamo y aceptar sus condiciones.
Mientras, los 47 millones de españoles enfrentan con hartazgo los drásticos recortes en salud, educación, protección social y servicios públicos, con el objeto de reducir el déficit a los topes obligados por la UE y hacer frente a los pagos de la deuda pública.
El Ejecutivo anunció el 9 de mayo la nacionalización de Bankia, el cuarto banco más importante del país y la octava entidad financiera que pasa a controlar el Estado desde el inicio de la crisis en 2008. Bankia era el banco más expuesto a los activos tóxicos vinculados al colapso del sector inmobiliario.
La sociedad española está asfixiada por un desempleo que afecta al 24,3% de su población activa, más de 5 millones de personas, mientras sufre el mayor recorte a las conquistas sociales logradas por la democracia española, desde su instauración en 1977.