A propósito de la nota última sobre personalidades sicopáticas, surge una necesaria preocupación: Entonces, ¿dónde se ubican los que asesinan, violan y cometen los mayores desafueros? ¿En qué escala están los sicarios que matan a sangre fría?
En los linderos hacia la criminalidad hay un sicopático calificado como “personalidad amoral o perversa”. Siempre siguiendo al Profesor de Siquiatría de la Universidad de Barcelona, los sicopáticos (antecedentes) … llegan generalmente al delito movidos por la excesiva intensidad de sus pasiones y que dominan los instintos que arrollan a la acción inhibidora de su conciencia. Pero este sujeto no se arrepiente de sus hechos y es incorregible. Lo único que consigue la cárcel es … “aumentar su astucia y lograr que refine sus técnicas delictivas para escapar en lo sucesivo a la acción de la justicia”
Otro sujeto incorregible es el estafador, de aquel tipo como el cuentero de Muisne. No hay que buscarlos solamente en las brumas de la Historia o en lejanos países. En la antigua Roma, los emperadores Nerón y Tiberio gozaban haciendo azotar, en su presencia, a jóvenes y muchachitas. El pueblo se acostumbró a mirar esos espectáculos y se deleitaba observando las torturas que infligían a los primeros cristianos en la arena del circo.
En nuestro país, está fresco el recuerdo de dos criminales que asesinaban a niños y mujeres. Uno, se llamó Pedro Alfonso López quien, en forma fría, narraba cada crimen y señalaba el lugar en donde sepultó a cada víctima. Su acción criminal se realizó en diversos lugares: en Ibarra, sitio conocido como El Alpargate; víctima, una menor de 10 años. En Otavalo, una menor de 11 años. En Cayambe, una alumna de cuarto grado. En el Quinche, una niña de 13 años. En San Antonio de Ibarra, otra de 9 años. En Ambato, menores de 9-11 y 13 años. En Riobamba, hallaron cuerpos de niñas de 8 y 11 años, igual que en Salcedo.
¿Recuerdan de Carmargo, o a un joven que asesinaba a taxistas? ¿En qué lugar es posible ubicar a los sicarios?, aquellos individuos que asesinan por encargo a cambio de dinero. Al parecer, operan en el mundo de la droga.
Aparte de esta delincuencia atroz, hay otros hechos inspirados en prejuicios religiosos y políticos. En la provincia del Azuay, en el año 1962 campesinos fanáticos dieron muerte a los miembros de la Misión Andina, incluido el médico que iba a prestarles servicios gratuitos Dr. Jorge Merchán por considerarlos “comunistas” y protestantes, aduciendo que solo su presencia constituía un verdadero ultraje a las creencias religiosas.
Caso similar: en 1965 –al parecer- por actitud de trato despectivo se produjo la muerte y arrastre del ciudadano español José Vilageliu, en una provincia del norte.
Uno y otro episodios correspondían al capítulo penal de delitos de muchedumbre.