Hay varios hechos conducentes a considerar que nuestro Seguro Social está superando el estado de postración a que llegó, hasta necesitar cuidados intensivos en su economía.
Recordemos: “La deuda con el IESS suma USD 3.101 millones ” (EL COMERCIO , julio 16 de 2018) Pero la deuda no es solo del Estado. “202.972 empleadores adeudan al IESS” (EL COMERCIO agosto 29 del 2018). Los morosos se agrupan de la siguiente manera: 377 empresas pequeñas y unipersonales; 368,5 empresas medianas y grandes; 32 de artesanos; 24,8 empleadores domésticos; y otros. Esta mora afecta a 326.402 afiliados que no pueden hacer uso de sus servicios.
Bajo el concepto de “servicio social”, en el año 2010, sin financiación aprobaron atención médica para los hijos de afiliados, lo cual cuesta usd 170 millones.
“Salud.-El 2017 se destinaron USD 170, 15 millones para atenciones de hijos de jubilados y afiliados.- IESS atiende gratis a 2 millones de personas” (EL COMERCIO, 16 de febrero de 2018).
Políticos profesionales o improvisados ocuparon los cargos directivos del IESS. Ampliaron los servicios de salud y, por ello, el número de médicos y empleados de la salud se duplicó. Y los gastos más aún. Los robos de medicinas no faltaron. En el año 2012, falsificando firmas e identidades, retiraron un millón de dólares de las cuentas de afiliados. Acusaron a 14 sospechosos. ¿Qué sucedió en la justicia? No se conoce.
En el Gobierno de las “manos limpias, corazones ardientes y mentes lucidas,” aconteció lo peor. Varios hoy enjuiciados, están prófugos. La lista puede continuar, toda vez que pusieron dinero de afiliados en el Banco del Seguro –Biess- y estamos constatando cómo han administrado prestando para una obra eléctrica que está un tanto abandonada.
La rehabilitación del IESS comienza, aunque corta todavía, con el pago de la deuda del Estado, pendiente. Con la facilidad que tenían para esconder, aquella deuda simplemente fue desconocida y ya no la hicieron constar ni en el Presupuesto del Estado. Hoy, por obra de la Contraloría y el nuevo Gobierno, la reconocen y empiezan a pagarla.
En la prensa aparecen cartas de afiliados agradecidos por la pronta y eficaz atención en los hospitales del IESS, pero también quejas y lamentaciones. El mes pasado, por ejemplo, EL COMERCIO publicó sobre un trasplante de hígado en el Hospital Carlos Andrade Marín de Quito. En este 2018 se han desarrollado 9 trasplantes. Y en total, el programa registra más de 55 cirugías. Está al frente de dicho hospital, un valioso médico apolítico –el Dr. Juan Páez Moreno-. Bien dicen: de tal palo tal astilla; su padre honró la justicia como Juez Penal de Pichincha. Se llamó Sergio Páez Olmedo. ¡Hay que impedir el retorno de la politiquería a nuestro IESS!