Nada más valioso para un gobierno con visión social que alcanzar el máximo bienestar posible para todos los habitantes del país, sobre todo si fundamenta su gestión en dos pilares de justicia y equidad: la salud y la educación. Educación actualizada, gradual, práctica, modesta, no monumental, ni despilfarradora y la salud, como el máximo logro para el conglomerado.
La salud es la expresión preclara de la medicina. Y juntas diagnostican, previenen y tratan enfermedades, más exitosamente dentro de normativas y sistematización, como la que estructuró el Honorable Congreso Nacional cuando elaboró la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Salud y la aprobó el 25 de septiembre del 2002 (hace 13 años). En ella, al igual que en la enmienda respectiva a la última Constitución, se “establece que el Estado es responsable de fortalecer los servicios estatales de salud, incorporar el talento humano y proporcionar la infraestructura física y equipamiento a las instituciones públicas” lo que “no afecta los principios de colaboración y complementariedad, toda vez que, si bien la rectoría es asumida por el Estado central, los gobiernos municipales pueden ejercer las actividades de planificación, construcción y mantenimiento en salud y educación, con autorización del primero”.
Constatamos que la enmienda, al igual que lo determinado en la ley del 2002, también establece el funcionamiento descentralizado de los servicios de salud, bajo la rectoría del Ministerio de Salud.
El Sistema Nacional de Salud integra a los dispensarios y hospitales del Ministerio de Salud, del IESS, de las FF.AA., de la Policía y a los particulares. Así ha sucedido y se han corregido deficiencias de unos y otros al utilizar equipos y especialistas de instituciones que sí los poseen. Las dificultades han surgido porque el cruce de cuentas no se ha efectuado oportunamente por parte del Ministerio de Salud y del IESS, por retardos de auditorías sobrecargadas y por frecuentes sustituciones de autoridades y auditores, que son cesados muy frecuentemente, una vez adiestrados, para dar paso a noveles reemplazantes que inician su aprendizaje y retardan procedimientos.
El IESS incrementará el número de hospitales… buena noticia. Nuevos hospitales, más especialistas y recursos para adquirir equipos e insumos, que por modernos y complejos, tienen costos muy altos, para exámenes y procedimientos y minimizan, en compensación, los honorarios de los médicos especialistas.
La investigación moderniza y encarece la medicina. Los países que no investigan deben comprar tecnología a elevados valores, para actualizar y modernizar la gestión tendiente a dotar de salud a los pobladores.
Es imprescindible utilizar toda la estructura institucional existente, bajo la rectoría del Ministerio de Salud, y administrar los recursos con pulcritud, celo y honestidad.
Columnista invitado