El domingo, en un debate televisivo, seis precandidatos de la oposición venezolana intercambiaron sus propuestas para suceder al presidente Hugo Chávez. Bajo la sombrilla de la Mesa de Unidad Nacional (MUD), compiten entre sí para la postulación a las elecciones presidenciales de octubre del 2012.
Las primarias en el país vecino son un reflejo de los avances logrados por los opositores y de las limitaciones que enfrentan para derrotar al régimen chavecista. El camino que han recorrido desde el equivocado retiro de las elecciones del año 2005 hasta la convocatoria de estas primarias, en febrero próximo, ha sido espinoso y lleno de altibajos.
La apuesta de las distintas organizaciones críticas de Chávez por el juego electoral ha venido, poco a poco, rindiendo sus frutos. En las elecciones legislativas del 2010, las listas de la MUD alcanzaron el 47 por ciento de los votos y casi el 40 por ciento de los escaños parlamentarios. A lo que se suma la consolidación de gobiernos estaduales en manos de políticos opositores, como los de Táchira, Carabobo, Miranda y Zulia.
Son precisamente los mandatarios de estos dos últimos estados -Henrique Capriles y Pablo Pérez- los que lideran las encuestas de la consulta antichavecista. El abanico se completa con la congresista independiente más votada, María Corina Machado; el ex alcalde del Chacao Leopoldo López, el ex embajador Diego Arria y el líder sindical Pablo Medina.
Aunque Chávez los haya llamado “los jinetes del Apocalipsis”, los seis llevan ya varios meses luchando para ganar la opción de convertirse en la alternativa a la revolución bolivariana. Misión difícil, hace dos días el líder vecino celebró los 13 años de su primera victoria en las urnas. En ese largo período, Chávez ha demostrado una disposición de campaña permanente, que le ha brindado resultados electorales apabullantes. En las elecciones del 2006 obtuvo el 63 por ciento de los sufragios.
A esto se ha agregado un repunte de popularidad gracias a sus problemas de salud. El cáncer que padece -cuya naturaleza desconoce el pueblo venezolano- ha despertado simpatía . Hoy, el ocupante del Palacio de Miraflores lidera la mayoría de los sondeos con registros cercanos al 50%.
Teniendo en cuenta la gran liquidez que maneja el gobierno y que será gastada el 2012 en reforzar la gestión presidencial, el mandatario arranca favorito.
Sin embargo, la guerra no está perdida para la coalición opositora. La galopante inflación, cercana al 30%; la escasez de productos básicos y la creciente inseguridad ciudadana, la dependencia económica de China, continúan brindándoles a los 6 precandidatos insumos poderosos para atacar al gobierno.