¿Elefantes o caballos?

Lenin Moreno reconoce los errores de su gobierno, particularmente en educación. El 28 de octubre anterior, en un acto frente a concejales, realizó una fuerte crítica a uno de los monumentos propagandísticos de la Revolución Ciudadana: “…para que no volvamos a cometer el error de hacer elefantes blancos con el dinero que podíamos haber hecho diez escuelas…, pero con lo que cuesta una Escuela del Milenio, podíamos haber hecho diez escuelas”.

Tal declaración debido al contexto electoral, causa suspicacias. Analistas especulan que el candidato Moreno, debido a la baja significativa en las encuestas, estaría modificando su estrategia, estableciendo cierta distancia con el gobierno y con el presidente. Vano intento, ya que, al menos en redes sociales, nadie le cree.

Al paso ha salido el Ministro de Educación arguyendo que se ha descontextualizado el discurso del candidato oficial. En defensa de las Escuelas del Milenio, arguye que no son elefantes sino caballos, “Caballos de Troya”, para la lucha contra la pobreza.

En rigor la crítica de Moreno es parcial e insuficiente. El tema de los elefantes blancos, no solo es un asunto de infraestructura y de inversión, sino del modelo educativo y de gestión que está tras todo este proyecto. Las Escuelas del Milenio son el polo de atracción, para desmantelar el sistema educativo. La idea, bajo una mirada eficientista y economicista, es reducir de 19 000 establecimientos educativos a 5 000, para supuestamente tener un manejo eficiente de recursos humanos, pedagógicos y financieros.

Así, se ha procedido a eliminar cientos de escuelas rurales y de comunidad concentrando en colegios fusionados y del milenio, a miles de estudiantes desplazados. Producto de una planificación georreferenciada, y probablemente, sin mayor conocimiento de la realidad, los niños y niñas rurales, hoy tienen que caminar largas distancias, en condiciones precarias, para llegar a sus nuevos colegios. Resultado, según dirigentes comunitarios, cansancio, agresión sexual a niñas, atrasos, y baja de condiciones vitales para aprender, en colegios masificados, donde la diversidad cultural y la lengua materna se pierden para la niñez indígena. Modelo homogenizador. Otros resultados: reducción del presupuesto de la familia rural que destina dinero extra al transporte de los hijos; abandono de las familias de sus comunidades y migración hacia poblados donde están las escuelas. Así, las Escuelas del Milenio han sido los Caballos de Troya para el deterioro de la comunidad y organización indígena.

Para entender lo sucedido, el candidato Moreno y los otros presidenciables deberían ver el siguiente documental que en algo retrata este drama: https://www.youtube.com/watch?v=4TWtjbQBo5w .
En fin, ¿elefantes o caballos? Los dos, y al mismo tiempo.

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