Lento y sin novedades mayores avanza el año preelectoral que nos llevará a las urnas en febrero del 2017 y culminará tres meses después, el 24 de mayo, con la posesión del nuevo presidente y el viaje a Bruselas del ciudadano Rafael Correa Delgado, dispuesto a un merecido descanso, fustigando a los asambleístas que le dejaron en el poder 10 interminables años y no solo los ocho -o cuatro- que se acostumbra en otros países, inclusive en Gringolandia.
Los dos años extras han sido un suplicio. Nada menos que 24 meses -maldición- en tiempo de vacas flacas, asediado por las deudas y hasta por los sismos, con el peso de más de 40 ministros y más de 100 asambleístas. Como para no olvidar.
Todo fue largo y lento en los últimos años. Desde hace tiempo, por ejemplo, los chismosos hablan de dos precandidatos aliancistas y siempre los mismos.
El ginebrino Lenin Moreno y el vicepresidente Jorge Glas. Moreno y Glas, Glas y Moreno. Uno contra otro o en dúo. Mientras tanto Moreno ya está cansado de Suiza y Glas ya funciona en las sabatinas al más puro estilo Correa.
La persistencia candidaturesca del binomio comenzó a molestar y una entusiasta voz -la de doña Gabrielita- cometió un error muy oportuno. Se cansó de decir “soy la presidenta de la Asamblea” y dijo algo más mejor “soy la presidenta de la República” pidiendo a medias las disculpas por el cuasi lapsus de dos días.
Lo que es el postulante Guillermo Lasso avanza inagotable por los senderos de su segunda campaña, olvidándose de sus tiempos de banquero del barrio y soñando en Carondelet y alrededores. Sus partidarios dicen que ha avanzado con respecto al 22% de su primera campaña pero los adversarios recalcan que todavía está lejos el primer puesto o, perdón, el segundo.
Los opositores hablan de unidad y cada vez tienen más precandidatos. El Cachorro, exhincha del León, insiste reiteradamente en el no, muchas gracias. Dicen que luego de perder dos veces la Presidencia, enfrentando al bisabuelito Durán Ballén y al ‘loco que ama’, Abdalá, prometió dedicarse a ganar la Alcaldía de Guayaquil y nada más. Lleva numerosos lustros como alcalde y Nebot canta “never” cuando le proponen el ascenso. También duda el general Paco Moncayo. Dice que por razones de edad. Pero no faltan los prepostulantes y no solo son hombres. También figuran la Lourdes Tibán y la Paula Romo.
La lista es nutrida, con Ramiro González, Lenin Hurtado, Washington Pesántez, Dalo Bucaram. El precandidato socialista Enrique Ayala Mora ofrece el formato de una nueva Constitución que excluya, con grandes letras, la reelección indefinida.
Así más o menos marcha el año preelectoral, luego de una larga espera. Lo más llamativo, sin embargo, es la cada vez más difícil situación económica del país.
Con todo lo que se ve y se oye ¿cuántos y quienes querrán realmente ser candidatos a la Presidencia el 2017?