Más de seis horas se demoraron para anunciar las primeras proyecciones electorales, pero el canal bolivariano Telesur, a los pocos minutos del cierre, ya anunciaba al virtual ganador: Daniel Scioli 41,6%, Mauricio Macri 29,3% y Sergio Massa 20,8%. Conclusión: el candidato Scioli, la carta oficialista para que el peronismo continúe en el poder, ganaba con tranquilidad, no era necesaria una segunda vuelta.
El triunfalismo era grande en las filas gubernamentales, Scioli salió a proclamarse vencedor, pero no podía ocultar un rostro de preocupación porque el resultado no era el que esperaba. Necesitaba llegar al 40% para evitar lo que los argentinos denominan ‘ballotage’, palabra de origen francés que equivale a lo que nosotros conocemos como segunda vuelta y que la Real Academia Española “nacionalizó” como balotaje, aunque aclara que es un vocablo que se usa solamente en Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
Macri aguardaba pacientemente los resultados. Ni Cristina Fernández ni su círculo político, mucho menos la prensa bolivariana creían en el segundo turno electoral. No será fácil para Macri enfrentar a una maquinaria electoral peronista poderosa, con todos los recursos financieros a su disposición. Sin embargo, nunca antes, desde que comenzó a gobernar el matrimonio Kirchner-Fernández, el fin del régimen estuvo tan cerca, pese a que el peronismo parece haberse incrustado en la sociedad argentina como si fuera metástasis.
Argentina estuvo marcada siempre por Juan Domingo Perón (1895-1974) y por su mujer Eva Duarte (1919-52). Gobernó durante tres períodos, el primero de 1946 a 1952. En 1951 fue reelecto, debía gobernar hasta 1958, pero un golpe militar lo derrocó en 1955. Tras su exilio volvió para comenzar su último período 1973-77, que no completó porque falleció en 1974.
Antes de los Perón, Argentina era el país con menor tasa de analfabetos en la región, tierras fértiles, un sistema de transporte público muy desarrollado y una de las constituciones más liberales.
En 1907 ya habían descubierto petróleo en la Patagonia, fue el primer país latinoamericano que construyó un sistema de transporte conocido como Metro, que los argentinos denominan Subte; en 1908 fue inaugurado el Teatro Colón, considerado como uno de los más bellos escenarios culturales del mundo.
Así era Argentina antes de la llegada del coronel Perón al poder.
Es cierto, había una clase trabajadora explotada, a la cual subió salarios y repartió bonos. Los argentinos comenzaron a conocer la devaluación, la hiperinflación y todas las lacras de la economía que hasta ahora sobreviven.
Pese a que Macri, un empresario y dirigente deportivo exitoso rompió con todos los pronósticos electorales (un gol desde la media cancha), la tarea de reconstruir la economía será titánica.