La Constitución que aprobó la mayoría en las urnas consagra la ciudadanía universal. La propuesta, como muchas de la nueva Carta Magna, fue aprobada sin un debate profundo ni suficiente reflexión.
Ahora, además, una medida anunciada por la Cancillería revierte una decisión de junio de 2008 que abría indiscriminadamente las fronteras del Ecuador, lo que provocó, según el subsecretario de Asuntos Migratorios, Leonardo Carrión, “un inusual flujo migratorio”. La reversión de la norma se establece para ciudadanos procedentes de países cuyos registros de ingreso muestran un exagerado crecimiento. La visa vuelve ahora para ciudadanos de Afganistán, Bangladesh y Pakistán, en Asia y también para Eritrea, Etiopía, Kenia, Nepal, Nigeria y Somalia en África.
Cuando se abrieron sin medida las puertas del país se pensó que la permisividad traería a muchos turistas extranjeros pero según la Federación de Cámaras de Turismo ese objetivo no se logró. Además, los principales países de donde proceden la mayoría de turistas que vienen al Ecuador no tuvieron antes ni ahora ninguna exigencia de visado. Tal el caso de EE.UU. o países europeos como Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña y España que, como contraparte, tienen exigentes restricciones para ecuatorianos que buscan viajar y no aplican el concepto de reciprocidad . Conseguir visa para algunos de esos países es un auténtico vía crucis para los ecuatorianos.
Pese al mayor flujo de entradas, la exigencia de visas no cuenta para los países vecinos (Colombia y Perú), además hay convenios subregionales que facilitan el viaje con cédula. En los últimos tiempos también ha sido noticia el flujo exorbitante de cubanos. Lo que aconseja la lógica es meditar las reformas legales. Pensar antes de actuar.