LA VEEDURÍA EN LA MIRA
La veeduría Ciudadana entregó su informe al Contralor. Según el documento los contratos de las empresas supuestamente vinculadas a Fabricio Correa llegan a USD 700 millones. El Presidente reaccionó.
La Veeduría se formó el 2 de julio del 2009. El Presidente exhortó a la formación de la Veeduría. El Consejo de Participación hizo un llamado público a conformar la comisión.
Este grupo decidió ir más allá de la investigación inicial circunscrita a la primera investigación periodística.
En esa medida, presentó un extenso trabajo ante la Contraloría. Según el informe, el Primer Mandatario conocía de las acciones de su hermano. La reacción oficial nació en boca del asesor jurídico de la Presidencia que descalificó a la Veeduría. El Primer Mandatario, al retornar de su viaje austral, amenazó públicamente con enjuiciar a los ciudadanos que integran la Veeduría.
El Presidente lo plantea como cuestión de honor, como si el tema del honor fuese cuestión solo del Presidente y no un derecho de todos los ecuatorianos a quienes a veces se desacredita.
El asunto está en la cancha del Contralor, quien se ha comprometido a examinar la documentación e investigar.
Además ha llamado la atención la poca celeridad de la Fiscalía para iniciar investigaciones, que, en otros casos ocurridos en el pasado, hubiese actuado de oficio.
Como si esto fuera poco, el ente de Participación Ciudadana, cuya independencia de los poderes políticos e influencia ya ha quedado en entredicho varias veces, y que daba cabida a la Veeduría, ahora le deja sin acceso a las oficinas. Por transparencia y ética pública, las denuncias deben ser investigadas y esclarecidas. Sus integrantes no deben recibir acoso oficial.