La confusión reina en Zimbabue desde el golpe de Estado por el cual supuestamente el dictador fue detenido para forzar su salida del poder, tras 37 años en el cargo.
Robert Mugabe se instaló en un Estado que se proclamó socialista y a sus 93 años se resiste a la transición ansiada por los opositores. Ha ‘ganado’ ocho elecciones de cuestionada limpieza y estudia una novena, pero también se habla del poder que su esposa Grace acumula. Ella quiere ser Presidenta.
Zimbabue fue colonia del Reino Unido. La lucha por su independencia derivó en la formación del estado de Rodesia, de la división nació Rodesia del Sur y luego, con actos rebeldes no reconocidos en primera instancia por la comunidad internacional hasta 1979, adoptó el nombre de Zimbabue que, con algo más de 10 millones de habitantes, es uno de los países más pobres del planeta, con grado 154 de 188 signados en el Índice de Desarrollo Humano. Hasta 2010 estaba en el sótano.
La dictadura, el partido único, la diversidad de monedas, un pueblo hambriento, la falta de libertades, como la de expresión, y la represión a los opositores, son la marca de la dictadura socialista. Cientos de miles de exiliados emprendieron el éxodo de este país mediterráneo del sur del continente africano.
La situación es confusa, los mandos militares, que confinaron al nonagenario dictador, dicen que controlan la crisis. Y lo extraño es que Mugabe asistió a un acto público el fin de semana.