Trump contra la prensa

En actitud hostil, excluyente, el portavoz de la Casa Blanca, Sear Spice, no convocó a una rueda de prensa a los corresponsales de algunos medios, entre ellos los influyentes CNN y The New York Times.

Como muestra de solidaridad no acudieron al encuentro la revista Time y la agencia de noticias Associated Press. 
Este hecho no es aislado. Desde la campaña, el entonces excéntrico candidato mantuvo una actitud crítica contra grandes medios.

Tras la posesión, los desplantes y denuestos contra periodistas y editores de noticias siguieron. Donald Trump ha dicho sobre algunos medios de comunicación que son deshonestos, enemigos del pueblo y que divulgan noticias falsas.

Ha sido crítico por las imprecisiones o errores que la prensa comete en su país.
Los comentarios adversos del Mandatario ya no solo se vuelcan contra los medios que fueron contrarios abiertamente y manifestaron durante la contienda electoral su apoyo a Hillary Clinton, sino además contra los medios conservadores que lo apoyaron.


EE.UU. vive desde sus albores una plena libertad de prensa que ha constituido un pilar de su sistema democrático. Las tensiones entre el poder y la prensa siempre han existido, pero la relación de acercamiento a las fuentes para servir a los ciudadanos con informaciones abundantes es esencial.

La distancia y la crítica al poder enriquecen y fortalecen la democracia y la libertad. Trump tarda en entenderlo.

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